El Apunte

Encontrar al culpable

La justicia tiene mecanismos para aplicar penas a los pirómanos, lo difícil es imputar las pruebas

La Voz de Cádiz

El incendio que desde el pasado domingo asola al paraje natural de Las Canteras, en Puerto Real, tiene todos los indicios de ser un fuego provocado debido a los dos focos localizados. De momento, las autoridades guardan cautela sobre ello aunque reconocen de puertas para adentro que ha sido intencionado. ¿Y ahora qué? Se trata de un delito muy grave tipificado en nuestro Código Penal pero de difícil aplicación. Un día después de declararse el incendio en Puerto Real no hay detenidos y conforme pasan las horas resulta más complicado detener al autor o autores.

Pese a la devastación que producen, la Justicia encuentra grandes dificultades para castigar con rotundidad estas conductas, principalmente porque es muy complicado identificar a los culpables de quemar el monte, la indefinición de la imprudencia punible eleva el número de absoluciones en apelación y únicamente son condenados a penas graves -la ley contempla castigos de hasta 20 años de cárcel- a aquellos pirómanos que actúan creando un peligro directo a las personas.

El Código Penal en su artículo 351 permite condenas de diez a veinte años de cárcel para quienes provoquen un incendio que comporte un peligro para la vida o integridad física de las personas, además del pago de daños y perjuicios. Encontrar, juzgar y condenar a los autores de incendios forestales no es siempre una tarea sencilla. Solo se identifica al 2% de los autores, e incluso cuando se consigue hay que buscar pruebas. En 2022 se produjeron en Andalucía 67 incendios, siete de ellos en Cádiz, y se esclarecieron un total de 60, casi el 90% de los investigados (89%). En 2020, por ejemplo, se produjeron 427 detenciones en nuestro país por provocar incendios, sin embargo hubo solo 63 condenas. No obstante, hay pirómanos que acaban en prisión. Por ejemplo, el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria condenó a tres años y medio de cárcel al causante del fuego que arrasó la Sierra de Alcomba en 2019. Según la sentencia judicial no había pruebas concluyentes, pero sí indicios sólidos. Por lo que se refiere al Tribunal Supremo, una de las condenas más graves se dictó en septiembre de 2017, al confirmarse la pena de diez años de prisión a un guardia civil pirómano de Navas del Rey (Madrid) que llegó a provocar 20 incendios debido a su malestar con el municipio que le había correspondido por destino.

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