Lo que no sabemos nos lo inventamos

Cada vez que rescatamos cualquier osamenta que el tiempo dejó en el camino, lo auténtico es conocernos mejor

José María Esteban

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Los restos aparecían por doquier. Todo era un amplio yacimiento en el que no cesaba de aparecer miles de fragmentos de toda la vida. Era tan somera la capa, que cada leve movimiento de tierras, dejaba asomar la huella acumulada de densos episodios de nuestra ... estirpe. En este mundo cultural, todas las ciudades de hoy y las que están por descubrir, han dejado un gran surco social en nuestro pretérito. Los que hemos estado cerca de hallazgos arqueológicos, pero no queremos ser arqueólogos, sabemos que hay tanto por descubrir, tanto sobre lo que estudiar, que a veces es mejor tenerlos protegidos por enterrados. Es mejor que solo latan debajo, antes que desaparezcan sin estudios concluyentes. Cuando una hoja de piedra se pasa y se rompe, nadie sabe el daño que se produce si no se documenta y valora.

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