AL FILITO

Cosas de la plebe

Llevamos sufriendo una parálisis absoluta desde el día en que ese individuo se erigió en adalid de la honradez y la Democracia y prometió un gobierno decente

José Colón

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En Roma, el emperador tarado de turno acallaba las quejas del pueblo con pan y circo. Se repartía grano en abundancia para mantener las bocas llenas y cerradas y se regalaba a la plebe largas sesiones de sangre y mutilaciones con las que mantenerla entretenida ... mientras el Imperio, putrefacto y corrompido, se descomponía.

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