AL FILITO
No es magia
Tal día como hoy, hace justo una semana, se nos reveló una noticia que cambiará nuestras vidas: por las playas de Tarifa se paseaban ciervos y jirafas
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Iniciar sesiónTal día como hoy, hace justo una semana, se nos reveló una noticia que cambiará nuestras vidas: por las playas de Tarifa se paseaban ciervos y jirafas. Sucedió hace más de 700 mil años, pero sus huellas quedaron grabadas. La estampa debió ser simpática para ... la familia de Picapiedras mesetarios que decidiera darse una vuelta para darse un bañito, como hoy les ocurre a sus pijos tataranietos cuando las vacas retintas de Bolonia le plantan la boñiga en la toalla.
Resulta que fueron descubiertas por un paisano, que creyó que se trataba de pisadas de dinosaurios. Pronto acudieron «investigadores» universitarios y el personal de dos o tres chiringuitos montados por la Junta de Andalucía que contaron, dataron y determinaron la entidad del hallazgo. El asunto llamó la atención de una revista de esas de salita de espera de algún dentista culto («Journal of Palaeogeography») y ha formado cierto revuelo en ámbitos académicos, vayan a saber por qué. Hasta ahí, todo medianamente normal y anodino.
El esperpento viene por el circo político montado alrededor de la fruslería: el anuncio se llevó a cabo en un acto en el que se juntaron la consejera de Cultura y Deporte, la viceconsejera de Cultura y Deporte, la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, el director general del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y la jefa del Centro de Arqueología Subacuática.
Menos la última mentada, imagino que cada uno de los otros habría hecho uso de un coche oficial con su respectivo chófer (salvo que la consejera y su viceconsejera compartieran el mismo, no sonrían maliciosamente), disfrutado de la compañía de su asesor de prensa o su secretario y, a poco que se conozca un poco el paño, podría apostarse a que no faltó un séquito de lleva-bolsos que hiciera bulto y creara la impresión de interés popular hacia el esfuerzo de tanto servidor público.
Son nuestros impuestos. Para el cáncer infantil, la ELA, la vivienda y las pensiones … acudamos a la Magia.
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