OPINIÓN

Fachosfera

El espectáculo fachoso del pasado martes en el Parlamento es la demostración palpable de lo que nos queda hasta el final de la legislatura

Estoy preocupado, me he dado cuenta de que he caído de lleno en la fachotrampa de la fachoesfera. A ver, seamos sinceros, me hubiera sorprendido de haber caído en la sumosfera, por aquello de que soy más de pantalón chino que de pañuelo palestino. Pero ... lo que no esperaba para nada es que una vez dentro me haya dado cuenta de que en la fachoarea hay hasta una fachamoda que destaca principalmente por el fachaleco. Ya saben, ese como acolchadito, siempre sin mangas para que quede bien con la americana y la corbata, que ser facha no debe estar en contra del buen gusto. ¿Será que tengo fachostilo?

Les digo esto porque, teniendo en cuenta que el medio en el que están leyendo la columna no es afín al creador del fachoesferismo —A saber: Pedro Sánchez— seguramente usted también haya caído dentro del ámbito de moda en el año 2024. No se preocupe, respire, canturreé tranquilo cualquier coplilla de la comparsa del Chapa, y recuerde que hasta Martínez Ares se ha convertido en fachautor de Carnaval. Es lo que tiene decir cualquier cosa en contra del pensamiento único que marca el sanchismo.

Ahora que lo pienso, ¿Junts también está en la fachosfera después de la fantochada de votar No a su propia amnistía? ¿Querrá decir eso que el gobierno progresista de Pedro Sánchez ya no es tan progresista al tener una rama imprescindible dentro de la fachosfera que vota con PP y Vox en el Parlamento? Francamente, todo esto me parece digno de estudio, y bastante jocoso. Si no fuera por que se trata de una broma macabra que toca directamente la línea de flotación de nuestra democracia.

El espectáculo fachoso del pasado martes en el Parlamento es la demostración palpable de lo que nos queda hasta el final de la legislatura. Mientras el presidente del gobierno se dedica a insultar a casi la mitad de los españoles, Junts juega a reírse de la primera autoridad del país. De todo el país, realmente. Puigdemont sabe que tiene el poder en la mano, que él y solo él tiene en su mano la durabilidad del mandato sanchista. Más aun viendo como sus socios se desangran con la desaparición de un Podemos en vía muerta.

Lo más curioso de todo esto de la fachoesfera es que, acudiendo a la RAE para buscar el significado real de fachoso, la cosa se vuelve muy curiosa. Según la Real Academia, Fachoso significa «De mala facha, de figura ridícula». Y aunque no sea exacto del todo, ya que la figura de Pedro Sánchez no es ridícula per se, sí que ha logrado que la figura más ridícula del panorama político español sea la del propio presidente del gobierno; un ser borracho de poder y tan narcisista que está dispuesto a vender hasta el último resquicio de igualdad entre españoles con tal de seguir un mes más en la Moncloa.

Puede ser que yo (y usted que me lee) hayamos caído en la fachosfera. Pero el más fachoso de todos los españoles es el mismismo Pedro Sánchez. Yo, personalmente, prefiero estar en el facharea que caer en los engaños y mentiras del líder socialista. Más vale «facho y libre», que fachoso y aborregado.

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