OPINIÓN
Comprensión lectora
Es necesario volver a los principios básicos de la educación para sentar los pilares de un futuro profesional con base sólida
La Junta de Andalucía ha anunciado un plan de lecturas en las escuelas andaluzas y muchos se han llevado las manos a la cabeza. Se argumentaba que eso podía conllevar que los niños huyeran de los libros, pero se olvidaron de la importancia de que la sociedad tenga capacidad de hacer lecturas criticas y tener comprensión lectora. Algo que se ha visto estos días en varias ocasiones y que hemos podido comprobar con dos ejemplos dispares en twitter.
Los que somos asiduos en la red social del pajarito, veíamos como la cuenta de la periodista gaditana Ana Barea se llenaba de insultos. El mensaje era conciso y bastante claro: «Creo que es hora de decirlo: el Carnaval de Cádiz está sobrevaloradísimo, las callejeras cantan mal, cuando llego ya han acabado, no se puede aparcar y no se respeta el sacro tiempo de Cuaresma. Sin duda, carnavales de otras ciudades le dan mil vueltas en todo. Para no volver», decía Ana en un mensaje cargado de ironía que ha tenido como resultado centenares de comentarios y bastante insultos.
El segundo de los ejemplos lo hemos visto en Empanadas Antonia Butrón, conocida empresa gaditana, que ha visto como los sindicatos se le han plantado en la puerta de sus tiendas. La razón: han confundido a la empresa con otra, del mismo sector y con mismo apellido (el chiclanero Butrón). Tal ha sido la situación que han tenido que pedir ayuda en las redes para evitar los problemas.
En ambos casos se demuestra la necesidad de potenciar la comprensión lectora y la capacidad critica de la sociedad. En el primero, era tan sencillo como ver el perfil de la periodista, que destaca por su defensa del carnaval (además de ser cadista acérrima y algunas cosas más). En segundo lugar, la falta de comprensión lectora llevó a los dirigentes de un sindicato a enviar a sus gentes a la puerta del establecimiento equivocado. Es cierto que este segundo caso muestra otras muchas cosas y plantea no pocas preguntas. La primera es clara: ¿en manos de quién están nuestros derechos laborales? Y, ¿cómo es posible que los trabajadores de la empresa no se dieran cuenta? Aquí la respuesta la tengo clara: no había trabajadores en la manifestación.
En cualquier caso, y volviendo a lo que realmente me importa en este año del Congreso Internacional de la Lengua en Cádiz, lo realmente importante es la necesidad de potenciar la lectura en nuestra sociedad. El libro se ha convertido en un rara avis y eso termina por provocar situaciones como las narradas. La falta de criterio, la incapacidad manifiesta de entender un texto, es el nuevo analfabetismo. En la España del siglo XXI es muy complicado encontrar personas que no sepan leer y escribir, pero una cosa es leer y otra comprender.
Por eso es tan importante la medida propuesta por la Junta de Andalucía. Es necesario volver a los principios básicos de la educación para sentar los pilares de un futuro profesional con base sólida. Solo así salvaremos a la humanidad de los fanatismos y de una crisis de la que jamás seremos capaces de salir.
