SIN ACRITUD

Un insulto a la inteligencia

La ministra María Jesús Montero nos tomó por tontos a los andaluces con la sanidad y ahora hace lo propio con la financiación

Temas mejorables en Andalucía: muchos. Temas mejorables especialmente sensibles: varios. El tema por excelencia: la sanidad. La salud es lo primero y con ella no se juega. Algo así, de forma tan básica, debieron pensar los dirigentes socialistas andaluces tras la llegada de Juanma ... Moreno a la presidencia de la Junta en 2018. Desde entonces y hasta ahora han agarrado con fuerza esa bandera como principal arma para tratar de desgastarle. Con bastante poco éxito, por cierto, pese a que efectivamente el Sistema Andaluz de Salud es muy mejorable.Las listas de espera son indignas. Los plazos para cualquier intervención son impropias de una comunidad que pretende proyectar una imagen de modernidad, de vanguardismo. Es cierto que en los últimos años Andalucía se está transformando. Los propios andaluces ya no pensamos en nosotros mismos como una sociedad atrasada con respecto al resto de España, demasiado dependiente de subvenciones y ayudas sociales, sino que empezamos a vernos como una comunidad potente, creadora de empresas y de empleo. Moderna, con futuro. Pero también es muy cierto que en materia sanitaria seguimos muy atrasados. Uno de nuestros grandes déficits es la falta de confianza en el sistema de salud público. Un problema que, por desgracia, antes o después nos afecta a todos de forma directa. La gente se indigna, y se indigna con razón, cuando para una simple consulta le dan más de tres meses de espera.

Ocurre que la gente se cabrea, pero no es tonta. Y una cosa es sufrir un sistema sanitario deficiente y otra muy distinta 'comprarlo' como argumento político. El PSOE lleva ya varios años repitiendo el mantra de que la sanidad está fatal. Y tiene toda la razón. Pero lo está desde hace muchos años. Décadas. Lo de las listas de espera eternas no es nuevo, ni mucho menos. Es más, fueron los socialistas quienes construyeron una sanidad pública sin una base sólida, pese a que Susana Díaz no se cansaba de calificarla como «la joya de la corona». Tanto 'brillaba' que durante décadas tuvo que recurrir a conciertos con clínicas privadas para poder atender a toda la población. Ellos, tan progresistas, tan socialistas, tan de la gente... privatizando servicios. Exactamente lo mismo que ahora denuncian con tanto entusiasmo. Un sin sentido cuya única explicación puede darse desde esa perspectiva, la de que los ideólogos del PSOE andaluz dan por hecho que somos tontos.

Es la única explicación posible, máxime si recordamos que una de las grandes culpables históricas de los déficits de la sanidad en Andalucía es María Jesús Montero, consejera de salud durante varios años. La misma María Jesús Montero que hoy es ministra de Hacienda. La misma María Jesús Montero que hoy también nos toma por tontos diciendo que no habrá un financiación a la carta para Cataluña. Que no hay una negociación de presupuestos para los independentistas y otra para el resto de España. Y hasta lo hace constar en acta, muy digna ella. «Apunte usted ahí. No hay negociación con la Generalitat para crear un modelo exclusivo catalán. Apunte, apunte». Y apuntado quedó en el acta de la reunión con los consejeros de Hacienda de todas las comunidades... excepto la catalana, cuya titular ya dijo que para qué iba a ir, si ya tenían comprometido con Sánchez que ellos se sentarían aparte a negociar. Montero no mintió. No ha habido reuniones aún. Pero ocultó una parte importante de la verdad: el PSOE, partido del que ella es vicesecretaria general, se ha comprometido por escrito con ERC y Junts a negociar un modelo exclusivo catalán. María Jesús Montero, máxima responsable de administrar el dinero de todos, insulta nuestra inteligencia. Nos toma por tontos. Trata de ocultarnos que Cataluña va a beneficiarse económicamente en detrimento del resto de España. Es uno de los muchos peajes a pagar por su partido para seguir en el poder. Y entre otras cosas, los andaluces tendremos menos dinero para sanidad. Y los gaditanos, por ejemplo, para vivienda, que es uno de nuestros grandes problemas. El principal motivo por el que seguimos perdiendo más de mil habitantes al año. Mientras en Martorell o en Palafrugell tienen una sanidad envidiable y viven como ministros. Y ministras.

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