Opinión

Soluciones liberales IX: la guerra

Ahora sabemos que en las bodegas de las embarcaciones no llevaban nada de ayuda humanitaria

Era medio día y entraba en uno de los infinitos templos del saber tan habituales en España. No es exactamente un aula magna al uso académico. Era algo más, la barra de un bar. Bueno, no era uno más, era el Lentisco, cuna de la sabiduría portuense, donde solo se permite beber después de que el Papa lo haya hecho en el Ángelus. Cumpliendo fielmente la liturgia, el orador copa en mano de Tío Pepe, catavino de tallo alto y un hielo para romper y esparcir dentro del vidrio los sabores y aromas, se dispuso a sentar cátedra, locha de jamón en mano. Señalando al resto con el índice dijo, «la puta «flotica» infecta de piojos y liendres». Un silencio reflexivo se creó en el callejón de los vientos (ubicado de levante a poniente) desde donde disertaba. A continuación, explicó la frase. Lo de «putas» va por el gobierno y uno de los partidos que lo apoyan. Unos, consumidores de prostitución, otros, viven de ella. Los piojos y las liendres son portados por los perros que acompañan a los «perroflautas». Estos terminan siendo los portadores de esa peculiar fauna. Termina su alocución sugiriendo el estado de los pantalones rallados de los tripulantes cuando fueran interceptados por el ejército de Israel (que mal deben de oler). Ya sabemos lo que pasó, porque los caraduras integrantes de las tripulaciones se encuentran en el único vergel de la zona. El único Estado democrático del lugar. El que fue agredido en la instancia y reaccionó como como cualquier persona de bien. Ahora sabemos que en las bodegas de las embarcaciones no llevaban nada de ayuda humanitaria. Dos de sus tripulantes eran terroristas de la ETA. A bordo, uno vinculado a Hezbolá. Documentos oficiales encontrados en Gaza probarían la participación directa del grupo terrorista Hamas en la financiación de la expedición. Y, por último, pensé que se había enrolado un camionero bielorruso, pero no, era «Ada Colacao» cuando se mostró en la pantalla de su móvil (vaya con la pretérita abeja maya). Como colofón al disparate, el Furor haciendo el canelo en el oriente del «Marenostrum». Espero que su tripulación haya echado las cañas y pescado al curricán. De esa forma pueden autofinanciar el viaje, evitando repercutir el coste contra los presupuestos públicos…esos que tampoco existen. Menudo país que tenemos.

Y en medio de todo este disparate una guerra. El liberalismo pretende un gobierno mínimo bajo el imperio de la Ley. En ningún caso renunciaría al derecho que le asiste para la guerra y la densa de sus fronteras. Ya que con ello se defiende el derecho a la propiedad, la vida y la integridad física de sus conciudadanos. La guerra justa ha sido estudiada por Bobbio. Se trata de una guerra que se hace por una causa justa. No puede ser una guerra de agresión, sino siempre defensiva y en consecuencia librada con la intención de reparar un mal o una injusticia. Y por supuesto declarada por una autoridad competente. A Israel le asiste todo el derecho a defenderse y reparar el mal causado. Pero, la catástrofe humanitaria no es de recibo. En cualquiera caso, con Hamas jamás.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios