Noticias mutantes

En contra de la opinión de Biden, el camarero de la cafetería me confirma hoy que Putin no va a usar armas nucleares por un motivo secreto que él, no obstante, conoce

Felipe Benítez Reyes

Estamos en un momento en que no podemos saber si una noticia que en apariencia es mala puede acabar resultando una buena noticia, y al contrario: tampoco podemos saber si una noticia aparentemente buena puede convertirse en una noticia pésima. ...

Leemos la noticia de que las tropas ucranianas avanzan sin resistencia por zonas ocupadas por los rusos y, en principio, nos decimos que se trata de una buena noticia, pero al instante caemos en la cuenta de que Rusia tiene en su mano, y en cualquier momento, la posibilidad de detener en seco ese avance en teoría victorioso. (He escrito «Rusia tiene en su mano», pero sería más exacto haber escrito «Putin tiene en su dedo», ya que le bastaría con pulsar un botón para destruir no ya Ucrania entera, sino media Europa). Es curioso: cuantas más batallas gane Ucrania, en fin, más cerca estará de perder la guerra, por la sencilla razón de que Rusia se comporta como el gato que juega con el pájaro antes de darle el zarpazo de gracia. Joe Biden, que se ha revelado como un hombre de una prudencia mejorable, avisa a las claras de la posibilidad de un Armagedón, lo que sin duda es la peor de las noticias, lo que no quita que nuestro subconsciente la transforme en una conjetura catastrofista y sin fundamento, más propia de un guionista de películas de ciencia-ficción que del presidente de una gran potencia. En contra de la opinión de Biden, el camarero de la cafetería me confirma hoy que Putin no va a usar armas nucleares por un motivo secreto que él, no obstante, conoce: todo el arsenal nuclear ruso está oxidado y ya no sirve sino para mandarlo al chatarrero. De modo que la alarma lanzada por Biden queda de inmediato convertida en una noticia estupenda. Y así vamos tirando.

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