OPINIÓN
Inquietudes
Al arrollador avance de las actuaciones policiales y judiciales, por un lado, y el pase a enroque del gobierno, por otro, se suma la negritud en la que se ha metido nuestra política internacional
El presidente se va de vacaciones y aquí quedan los ministros voceros. Cada verano España se paraliza y arde, pero el presidente se va a La Mareta con escoltas a los que no les llega la dieta. En Lanzarote también ocia ZP, en otro predio.
Deja un ambiente protagonizado por abusos y corruptelas harto aplastante como para que el desánimo y el desasosiego no marque una sociedad que lo que pretende y merece es vivir dentro de parámetros razonables de tranquilidad y paz y que, además de muchas otras cosas, también vive agobiada por una inmigración que no se controla.
Al arrollador avance de las actuaciones policiales y judiciales, por un lado, y el pase a enroque del gobierno, por otro, se suma la negritud en la que se ha metido nuestra política internacional. A las extrañas alianzas con Marruecos o China, o su entendimiento con los del Grupo de Puebla y del Foro Sao Paulo, se une una Bruselas de infarto con una OTAN que desconfía, una ley de amnistía discutida, el batacazo del ministro Cuerpo o los mil millones y pico a devolver por mala gestión, además del catalán.
Se ha despedido con un nuevo anuncio de presupuestos, que ya veremos, y me da que ha dejado caer que no le importaría reunirse con Puigdemont. Y diciéndonos adiós, le sale otro grano con lo del currículo, si no más, de su delegado especial para la DANA.
Nos está dejando en el mayor de los limbos, desasistidos de fortaleza moral. O sea, que se va y nos deja decepcionados por la discutida calidad de quienes se ocupan en la actualidad de regir nuestros intereses y en unos momentos agravados por tan notorias inquietudes en lo nacional como en lo internacional.
La ecuación se nos presenta de difícil solución pacífica. Un presidente callado después de tanto tiempo, cuando tantas noticias preocupantes caen sobre sus espaldas, no es que inquiete, es que perturba, máxime con la riada de trompadas con que se ha ido regalando en el campo de la ética de sus contrarios a lo largo de los pasados años con tantas y repetidas manifestaciones públicas sin descanso ni piedad.
Todo se le está volviendo en contra, desde sus palabras hasta sus silencios. Ya no es sólo lo que nos informa la prensa. Es que hemos visto cuasi alucinados que hasta los jueces han tenido que salir a las puertas de sus Jugados manifestándose contra el mismo gobierno. Poder frente a poder. Y con un fiscal general al borde del banquillo.
Sánchez calla. La policía judicial avanza. La prensa explica y la oposición exige.
Ver comentarios