La vivienda turística invade la Sierra

Así se cuenta en este periódico hoy con dos casos reales. Un profesor que ha tenido que trasladarse a Grazalema al conseguir allí una plaza y casi le está costando más encontrar lugar donde quedarse que el haber aprobado y tener así su empleo. Según relata, todas las semanas tiene que dejar el piso que tiene arrendado los viernes ya que su propietaria no quiere perder el 'tirón' que le supone ser vivienda turística registrada. También lo cuenta otro dueño de una de estas casas que confiesa que para ellos es más rentable una VUT que alquilar como siempre el inmueble. De esta última forma ganarían unos 300, 400 euros al mes. A turistas en dos fines de semana ya tienen completado digo pago.

Y la historia continúa con ese mismo rumbo. Muchas de estos municipios están sufriendo la despoblación. La falta de oportunidades. Y la única fórmula a la que se agarran es la del turismo. Desde 2013 la Sierra ha perdido hasta 3.131 habitantes. Solo Benalup, El Bosque, El Gastor, San José del Valle, Torre Alháquime y Villaluenga del Rosario han ganado población en la Sierra en la última década.

Por otro lado, las alarmantes cifras de viviendas vacías. O las propiedades heredadas de familiares directos y de las que no se pueden hacer cargo.

Y todo ello lleva hacia un mismo lugar: alquilar la casa y sacarle el mejor partido. Por tanto, la vivienda turística en la Sierra es una tendencia que, seguramente, continuará al alza. Por ello es importante que se tenga cierto control y se pongan algunos límites. Porque el exceso podría ir en contra de estos propios municipios si solamente quieren fijar su base en un mismo punto. La diversidad es lo que siempre les hizo más ricos.