EL APUNTE

La supervivencia del campo

El sector agrícola de la provincia alza la voz ante la baja rentabilidad de su producción y la falta de relevo generacional

El sector agrícola ha dicho basta. Las manifestaciones de las últimas semanas sirven para visualizar un hartazgo comprensible por los altos costes de producción y la baja rentabilidad que consiguen. Trabajar a pérdidas no compensa y esta reflexión tiene un mensaje preocupante, no solo para ... los propios agricultores y ganaderos. Es especialmente importante que la sociedad se conciencie de que es vital su continuidad para que continúe siendo la despensa de España y Europa. Hay que tener en cuenta que las empresas del sector agrario gaditanas (agricultura, ganadería, pesca y sivicultura) son prácticamente en su totalidad entidades pequeñas con pocos trabajadores. Un dato que desmonta los argumentos que señalan al sector como terratenientes.

Muchos ciudadanos se vieron sorprendidos por las concentraciones que comenzaron hace ya dos semanas, convocadas por redes sociales y sin que ningún colectivo las respaldase. Las quejas sobre la estricta política europea a la hora de tratar sus producciones, sumado a la entrada de productos de países como Marruecos, sin tener que cumplir los mismos controles, ha abierto la veda para que el sector haya dicho basta. Entre sus reivindicaciones destacan la reducción de la Nueva Política Agraria Común, una rebaja de la carga burocrática y exigen una más implicación del funcionariado, mayores ayudas para el gasóleo agrícola por los altos precios del combustible, la derogación de la Agenda 2030, derogación de las leyes ambientales y protección de especies que atentan contra la agricultura, ganadería y zonas rurales, o la imposición de aranceles a la entrada de productos procedentes del extranjero.

Con la mecha encendida, los principales sectores agrícolas se han sumado a las reivindicaciones y este jueves realizarán una tractorada desde el circuito de Jerez hasta el puerto de Algeciras para pedir soluciones desde las administraciones.

La falta de rentabilidad ha roto el relevo generacional en el campo. Los números están sobre la mesa y al menos tiene que compensar económicamente dedicarse a la agricultura o a la ganadería para decidir entregarse en cuerpo y alma a un trabajo muy sacrificado.

Por otro lado está el alarmante descenso de los contratos. En la última década, la provincia de Cádiz ha perdido 2.454 jornadas de trabajo solo en empresas dedicadas a la agricultura, entre los meses de diciembre del año 2013 y en 2023.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Ver comentarios