OPINIÓN
Relevo naval en San Fernando
El astillero isleño asegura su futuro con el compromiso de los hidrográficos de la Armada
Sigue el goteo de encargos navales para Navantia. El astillero de San Fernando tiene asegurada su carga de trabajo para los próximos cinco años gracias a la obra de dos buques hidrógráficos para la Armada Española. La industria auxiliar de la Bahía temía que la planta isleña quedara a medio gas tras la culminación de las cinco corbetas saudíes, sin embargo, no ha sido así.
Navantia ha logrado atar varios contratos para dar continuidad a la actividad industrial y garantizar con ello el empleo. Los ajustes de las dos últimas corbetas saudíes se remataron, precisamente, en un astillero de Arabia. El pasado verano se puso fin en la Bahía al trabajo que ha generado la construcción de estos buques militares durante los últimos cinco años.
El relevo ha venido de la mano de un patrullero para la Marina Real de Marruecos. Precisamente, el pasado julio se cortó la chapa de este navío como acto simbólico del inicio de su obra, lo que ha puesto de relieve que la planta ilseña no ha estado en ningún momento parada. Mientras tanto, siguen las negociaciones del Gobierno de España con el de Arabia Saudí apara cerrar el preacuerdo firmado en diciembre de 2022 en Riad para la construcción de otros cinco nuevo barcos. Este acuerdo incluye otra corbeta, buques anfibios y no se descarta alguna fragata pero, de momento, no hay visto bueno definitivo. Siguen las conversaciones. La continuidad para el próximo lustro la ha asegurado la Armada Española con la adjudicación de la obra de dos buques hidrográficos. Ambos proyectos han superado la fase de licitación y adjudicación y ahora se encuentran en el tramo técnico de planificación y diseño. Los buques sustituirán al 'Tofiño' y Malaespina'. Con los nuevos se dará un paso importante en la renovación de la Flotilla Hidrográfica, avanzando además en la transición verde, ya que los nuevos buques podrán operar con biocombustibles. Durante los próximos cuatro años, la obra generará 700 puestos de trabajo, incluyendo empleos directos, indirectos e inducidos.
Estos barcos tienen como misión principal la publicación, difusión y mantenimiento de la cartografía náutica oficial del Estado, en aguas y costas españolas, un cometido del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), responsable de operar estos buques y garantizar el cumplimiento de dichas misiones. Serán buques de 47 metros de eslora. Con una dotación reducida de 30 personas, por su alto grado de automatización, tendrán una autonomía de 3.000 millas para mantenerse operando en aguas poco profundas durante 15 días.
