Preparativos para el despegue

La iniciativa obligó al Gobierno de España a mediar y, sobre todo, a comprometerse económicamente con el sector aeronáutico para facilitar su despegue tras la pandemia. A lo largo de 2022, los técnicos de Airbus diseñaron la fusión y también las fases de la mudanza y destacaron que el año 2023 sería clave para que el proceso se llevará a cabo con éxito. Lo primordial para Airbus y las administraciones públicas ha sido que esta fusión garantiza el empleo y asegura más carga de trabajo, algo que beneficia de lleno a la industria auxiliar. En el primer trimestre del año ya se han logrado algunos hitos.

El primero de ellos ha sido despejar la incógnita del futuro de la planta de Puerto Real, una vez que se consume la mudanza. Así, una de las naves de esta factoría se destinará definitivamente a centro de investigación, que será gestionado por la fundación andaluza aeronáutica Catec, especializada en este tipo de disciplinas. De esta forma, la planta puertorrealeña se mantendrá con vida y, además, se complementará con un uso industrial. Otra de las naves de la planta se destinará a uso industrial. Se trata de la nave tres y es la que durante una década ha albergado la construcción de los timones de cola y de los estabilizadores del 'superjumbo' A380, un programa que ha sido cancelado. Esta nave ha sido desalojada y el objetivo es que empresas como Aciturri, Aernnova y Mecanizados y Montajes (M&M) la ocupen en un futuro para la fabricación de piezas de chapistería. Este proceso lleva aún más tiempo, ya que el objetivo de Airbus es externalizar la producción de chapa y sean las subcontratas las que se encarguen de ello.

El último hito alcanzado en el primer cuatrimestre del año afecta a la planta de El Puerto, donde ya es visible la reordenación interna para abrir espació y permitir la entrada de nueva maquinaria.