APUNTE
Una inversión clave para la batalla
A la lucha contra la violencia machista se le ha dotado de recursos; el 'quid' de la cuestión es cómo se maneja esa cantidad de dinero público
La violencia machista existe y negarlo, aparte de una canallada, es una estupidez. Hay mujeres que mueren, mejor dicho las matan, sólo por el hecho de que son mujeres. Hay mil matices, y cuanto más se analicen, mejor se combatirá este terrorismo feminicida. Existe la violencia machista porque pervive el machismo, son vestigios de un sistema patriarcal que aunque ya esté liquidado a nivel legal o institucional, deja retazos que con trabajo, educación y tiempo se irán fulminando. Ya sea mayor o menor la resistencia, el heteropatriarcado (lástima como se ha desgastado el termino por tanto mal uso) está muerto, aunque él no lo sepa. Obtuso.
Para ir caminando y por tanto avanzando en la aspiración de una igualdad real, las administraciones han dedicado una ingente cantidad de dinero. A esa lucha se le ha dotado de recursos. La gran mayoría de la sociedad civil entiende que es necesaria esta apuesta, esta inversión, y donde radica el 'quid' de la cuestión es para qué se destinan esos millones de euros.
Puede ser para implementar campañas de propaganda profundamente ideologizadas, que se detienen en planteamientos absurdos ya superados simplemente con la Transición de la dictadura al Estado democrático. Se puede regar de dinero a medios y personas influyentes que con postulados populistas y simplistas pretendan acabar con una lacra como esta a base de eslóganes y proclamas. Hasta es posible elaborar leyes que vulneren principios básicos del estado de derecho como la igualdad entre personas sin importar el sexo o la presunción de inocencia, con el fin de que agresores sexuales rebajen sus penas y hasta sean excarcelados.
Sí. Se puede. Pero también con ese dinero se pueden llevar a cabo planes de orientación laboral, de tratamiento psicológico, de apoyo a la escolarización de los hijos, de asesoría jurídica, de formación y atención social para mujeres con el fin de reducir esa innegable brecha entre géneros. Son los recursos y las herramientas de las que dispone el Instituto Andaluz de la Mujer, parte de esos 50 millones de euros que la Junta de Andalucía invierte en este servicio en toda la comunidad. Es posible que esto no acabe con los asesinatos, pues los delincuentes son tarea en gran parte de letrados y fuerzas de seguridad (sin descartar la educación como motor de cambio), pero sí asegura encontrarse a una persona con más opciones, con más recursos, para ser una mujer empoderada.
