El Apunte
Esplendor en la ciudad y en el mar
Cádiz ha de pensar en grande porque existe un margen enorme de superación
Cádiz no puede crecer más que ganándole terreno al agua. Esta frase tan manida se puede aplicar a su actual tendencia en clave turística. Cual capricho de una historia que se antoja cíclica, la riqueza viene del mar, ahora en forma de pasajeros que disfrutan de la ciudad y la gastronomía como los dos ejes fundamentales de su atracción.
Esta tierra ha de pensar en grande porque existe un margen enorme de superación. Royal Caribbean, la mayor empresa de cruceros del mundo, ampliará sus escalas en el muelle y pasará de 24 a 32. Esto supone una estimación de alrededor de 65.000 pasajeros, de poder adquisitivo medio-alto y que no escatiman en sus momentos de asueto y esparcimiento. «Cádiz tiene mucho que ofrecer», sentencia Sergio Arévalo, jefe de ventas del titán marino. «Por eso aumentamos nuestra presencia»,
Toca responder. La profesionalidad del sector hostelero y comerciante de Cádiz no admite duda alguna, y es fácil calibrarlo con sólo salir de la provincia gaditana o de la comunidad andaluza. Pero a veces se percibe falta de recursos para afrontar estas oleadas. En el primer día de agosto, se vivieron episodios de desborde, con diez personas en mesas de cuatro, y son lecciones magníficas para días que se asoman en el horizonte, como el 13 de septiembre, con cinco cruceros el mismo día.
Una de las mayores dificultades de este movimiento humano es su irregularidad, con jornadas vacías y otras completísimas. Es un factor pero no debe ser excusa. Han de tomarse las medidas adecuadas para que el cliente pueda disfrutar del mejor servicio.
Hace ya años que todas las administraciones, capitaneadas por la Autoridad Portuaria Bahía de Cádiz, trabajan unidos para potenciar el puerto gaditano, al contrario de lo que ocurre con un aeropuerto que sigue sin despegar. Cada temporada aumenta exponencialmente sus cifras: escalas, pasajeros, buques, impacto económico...
El turismo de cruceros presenta aspectos muy positivos, y es que viene y va, sin echar a la gente de sus casas, sin robarle toda la esencia a un pueblo, sin dejarlo a merced de los apartamentos con fines turísticos. El retorno además es mayor. Una de las apuestas del Puerto de Cádiz pasa por acoger embarcaciones más pequeñas, con menos pasajeros, pero que estén dispuestos a gastar más. Esplendor en el mar y en la ciudad, brillo así en el agua como en la tierra.
Ahora mismo es el puerto andaluz con más visitantes, por delante del de Málaga, si bien queda muy lejos de Barcelona, y los insulares de Baleares, Las Palmas y Tenerife. Hay terreno para crecer y se están fijando las bases para alcanzar la vanguardia en este apartado. Por eso Cádiz tiene que pensar en grande.
