Diques llenos en Cádiz

Navantia se prepara para asumir a a partir de 2025 una importante carga de trabajo que, al margen de las reparaciones, vendrá de la mano de la construcción, es decir, proyectos navales de nuevo cuño que son los que aportan valor añadido a nuestra industria naval. Sin embargo, una de las asignaturas pendientes del sector del metal gaditano es la formación. La dirección de Navantia ha solicitado mayor implicación de las administraciones públicas y de los propios empresarios para la formación de las plantillas. No hay que olvidar que Navantia necesitará en los próximos años u nos 6.000 trabajadores cualificados de la industria auxiliar para hacer frente a los proyectos de construcción de barcos que tienen en cartera. No es baladí el asunto. De hecho, la Junta, el Clúster Marítimo Naval de Cádiz y la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (FEMCA) firmaron el pasado julio un acuerdo para llevar a cabo una formación integral en el sector naval.

Esta formación vuelve a Cádiz después de una década de ausencia debido a mala gestión. La dirección de Navantia no quiere problemas laborales justo cuando se espera una importante carga de trabajo en 2025. Por esta razón, la negociación del nuevo convenio colectivo de Navantia ha entrado en otra fase. Las partes han logrado un acercamiento de posturas en los puntos más espinosos, lo que favorece a su firma el próximo 29 de noviembre, como estaba previsto. Todo apunta a que en las próximas semanas tanto los representantes de los trabajadores en el Comité Intercentros como la dirección de la compañía encontrarán puntos de unión para salvar las distancias que los separan en materias como el relevo generacional de la plantilla. Los trabajadores de Navantia protagonizaron el pasado 1 de octubre concentraciones en los distintos centros de actividad en demanda de una mayor celeridad en la negociación del convenio. Las aguas han vuelto a su cauce.