APUNTE
El campo se queda sin relevo generacional
La incertidumbre y los riesgos que ciernen sobre el sector primario crean un desapego laboral entre los jóvenes
El futuro del campo es incierto. Fenómenos como la inflación, la sequía, los altos costes de producción, la falta de ayudas directas, unos precios de origen por los suelos o la competencia de otros países, está provocando un gran desapego entre las nuevas generaciones de agricultores y ganaderos de la provincia de Cádiz.
Las propias organizaciones agrarias han dado la voz de alarma y calculan que serían necesarios más de 6.000 jóvenes autónomos para garantizar la viabilidad de un sector esencial en esta provincia y, sobre todo, en comarcas como la Sierra de Cádiz o la Costa Noroeste.
Los trabajadores del campo gaditano, después de años de esfuerzo y dedicación a sus explotaciones agrarias o ganaderas, de horas y horas de sol a sol para sacar adelante a sus familias, se encuentran ahora en la tesitura de que el negocio de sus vidas se queda sin herederos.
Son conscientes de que aunque el campo ofrece muchas satisfacciones, también quita el sueño ante las incertidumbres, riesgos y amenazas que sobrevuelan cada día sobre este sector.
Es cada vez más común que los hijos, lejos de continuar con una tradición familiar que ha ido pasando de generación a generación, ahora prefieran dedicarse a otros ámbitos y ganarse la vida a través de otras profesiones. Es más, la situación que vive en estos momentos el campo está haciendo que muchos jóvenes abandonen el mundo rural fijando sus destinos en grandes ciudades. Así, la falta de relevo generacional en el campo lleva también implícita una despoblación en las zonas rurales que debe hacer pensar a la sociedad y a las administraciones, que tienen que poner todos sus esfuerzos para evitar la caída del campo, un sector fundamental al que no se puede dejar morir.
En la provincia de Cádiz ya hay en marcha iniciativas como la impulsada por la Diputación y la organización ASAJA para facilitar el relevo generacional en la ganadería extensiva en la Sierra y distintas actividades para despertar el interés de la juventud en este sector. Esto es solo un ejemplo de lo que se puede hacer para impulsar el sector desde las instituciones. Pero sin duda debe ser una de las prioridades de todos los partidos políticos para evitar un desastre en el campo por la falta de herederos.
