Cádiz puede crecer por arriba

A la cantidad hay que añadir la variable de calidad, la principal. Tanto la administración pública como el sector privado buscan atraer un turismo de mayor poder adquisitivo. Que genere un retorno superior. En esta época estival y vacacional donde las excelencias se venden por sí solas.

Sin embargo, donde existe un mayor margen de superación es en el apartado de la desestacionalización, y ahí se empiezan a volcar gran parte de los recursos. Cádiz es atractiva en verano por sus playas, su entorno natural, su climatología. Pero no pierde su esencia en las otras tres estaciones. Lo que falta es potenciar la oferta (cultural especialmente) y mejorar los transportes.

No es fácil llegar a esta provincia por motivos geográficos, pero también por la escasez de inversiones en infraestructuras que son decisivas. Una dinámica que empieza a cambiar. Desde Diputación se quiere dar mayor relevancia al aeropuerto de Jerez, al que se ha ido mellando en los últimos años mientras se beneficiaba al de Sevilla y sobre todo al de Málaga. El cielo ha de ser la principal puerta de entrada de quien piensa en Cádiz para hacer turismo. Máxime, en la apuesta decidida por atraer al foráneo, quien está frenando esa posible (y previsible) caída del turismo nacional por la inflación y la crisis económica.

El aeropuerto de Jerez, de la Bahía y de la provincia, está infrautilizado. Cuenta además con la rémora de su pista, que necesita de una ampliación para mejorar sus servicios y dar el salto de calidad necesaria. En ello andan, y hasta que se consiga fraguar esta reclamación ya histórica, hay que aprovechar y optimizar los actuales servicios.

El aumento de conectividad con Canarias es un pequeño paso que no se debe apreciar como mera anécdota. Es una declaración de intenciones. No se puede quedar en eso. Ha de ser el punto de partida para despegar definitivamente. Para alzar el vuelo.