Abrir el grifo con cautela

Precisamente, la semana que viene se abordarán todas las cuencas andaluzas en función de los recursos hídricos para valorar si las restricciones por la sequía empiezan a suavizarse a las puertas de la temporada estival. Hace algo más de un mes se limitó a 200 litros por persona y día y se planteó que cada ayuntamiento debía regular esta cuantía como quisiera en una provincia, como Málaga, donde la situación es más límite que en Cádiz.

Los pantanos gaditanos muestran situaciones muy diversas. Por una parte, en Los Hurones -Sierra de Grazalema- se encuentra al 92,91% de su capacidad, mientras que en Zahara-El Gastor está solo al 17,46%. Así que los diferentes ayuntamientos tendrán que decidir dependiendo la flexibilización de agua que permitan los comités.

En esta circunstancia, desde la delegación provincial de la Consejería de Medio Ambiente se abordará la situación en todas las cuencas en función de los recursos hídricos y en el marco de los comités de seguimiento de sequía que se van a celebrar este mes de mayo.

La Orden de 29 de abril establece en el consumo urbano para las Cuencas Mediterráneas Andaluzas un volumen de 200 litros por persona/día, que se eleva hasta los 225 litros en la Cuenca Guadalete-Barbate.

En una provincia como la gaditana el sector turístico tiene un peso importante para su economía, y con la llegada del verano las administraciones competentes deberán tomar decisiones difíciles para calibrar cuánto se puede abrir el grifo para abastecer la llegada de visitantes sin poner en riesgo el abastecimiento general.

Ayuntamientos gaditanos como los de Chiclana y Barbate ya han reclamado una flexibilización de las limitaciones dada la mejora de las reservas de agua y el gran peso de turismo que tienen ambos municipios.