Mujeres en la pantalla

Si, en cambio hay propuestas interesantes en otras películas todas ellas protagonizadas por actrices, personajes muy versátiles que ahondan en cuatro tipos diferentes de mujeres, en cuatro historias muy diferenciadas entre sí.

La gallega María Vázquez ganó el premio de interpretación femenina en el festival de Málaga, por su papel en «Matria». Es Ramona una trabajadora precaria en un pueblo de la provincia de Pontevedra. Su intensidad nos mete de lleno en la vida de esta mujer, de unos cuarenta años que, tan pronto trabaja en la limpieza de una fábrica, como ayuda en el puerto con el pescado; se ocupa de todo lo referente a la casa y busca huecos para visitar a su hija en una localidad cercana y animarla a que estudie. Ramona hace todo por los demás, con absoluta dignidad, dispuesta que, a pesar de la precariedad, nadie abuse laboralmente de ella. Cine social a la española en la línea de Ken Loach o los hermanos Dardenne en que resalta la enorme interpretación de María Vázquez que, no tengo duda, será una firme candidata al Goya del próximo año.

Las otras tres películas provienen de Francia, con tres mujeres y tres historias muy diferentes. «Retorno a Seúl» tiene coproducción con Corea del Sur y Camboya. La debutante Ji-min Park es una chica de veinticinco años, adoptada por un matrimonio francés que, llegada a esa edad, decide volver a su país de origen para conocer sus raíces y buscar a sus padres biológicos. Un relato que abarca ocho años y en el que asistimos a la transformación de la joven protagonista.

En «Crónica de un amor efímero», Sandrine Kiberlain es una mujer que vive con su hija de corta edad y que utiliza aplicaciones como «Tinder», para tener relaciones sexuales. Una mujer madura, independiente que decide su propia forma de vida y que en esos encuentros conoce un hombre con el que congenia más de lo que podía esperar. Si buscamos alguna influencia en esta cinta no estaríamos muy lejos del cine de Woody Allen o incluso de Eric Rohmer.

La cuarta mujer, la cuarta actriz de esta semana es Line Renaud quién encarna a una mujer de más de noventa años que tiene que dejar su casa para trasladarse a una residencia. Para llevarlo a cabo contrata un taxista que, pasa por un mal momento económico. El viaje entre la localidad de Armentiéres y París se convierte en un paseo en que ambos se sinceran y en que ella recuerda, en una serie de flash-back, los lugares que marcaron su juventud. Una película en la línea de «Paseando a Miss Daisy» o incluso «The green book» en que una mujer sabe que, de alguna forma, está emprendiendo su último viaje.

Cuatro personajes femeninos fuertes y muy diferentes que se adueñan de las pantallas. El protagonismo en el cine tiene cada vez más, nombre de mujer.