OPINIÓN

El eclipse

¡Los caminos del machismo recalcitrante son inescrutables!

Antonio Ares

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En la antigüedad se creía que los eclipses eran cosas de dioses. Su aparición logró detener guerras y fascinar a los primeros astrónomos. Incas, hindúes, egipcios, chinos y mejicanos documentaron esos extraños fenómenos astrológicos. El eclipse total más antiguo del que se tiene constancia ocurrió en la ciudad mesopotámica de Ugarit, en el 1375 AC, durante la disputa de una batalla. Jesucristo, Mahoma, y hasta Cristóbal Colón, unen sus vidas y sus muertes con estas superposiciones de astros que opacan la luz. El Sol, la Tierra y la Luna en órbitas superpuestas para hacer el día noche.

Cuando el sustantivo lo convertimos en verbo se transforma en un deslucir a una persona o cosa, en intentar ocultar los méritos de otros de manera burda y torticera.

En estos días estamos asistiendo al eclipse mediático más esperpéntico que el mundo haya visto. El magnífico y trabajado triunfo de la Selección Española de Futbol Femenino ha quedado ninguneado por una agresión sexual de libro. Posiblemente la tan manida «furia española», de antiguas épocas casposas y reaccionarias, tiene mucho que ver con el toque de «huevos» que ha dado la vuelta al mundo.

En medio de tanto mamarracho ¿Alguien se preguntó hace unos meses por qué las jugadoras de la selección española de futbol hicieron un plante al entrenador Jorge Vilda? ¿No sería que el vestuario era gestionado al amparo de la misoginia de sus dirigentes?. Posiblemente de esos polvos vienen estos lodos.

¿Dónde están los presidentes de los clubes de la élite de primera división, que guardan un silencio cómplice? Dónde están los máximos representantes del futbol masculino que toleran sin reparos sueldos millonarios mientras sus compañeras mendigan un sueldo digno? ¿Dónde está el periodismo deportivo que durante tanto años ha callado tropelías caciqueras de Federación Española de Futbol?. ¿Dónde está la clase política que mira para otro lado y permite que lleve el nombre de España una empresa oscura, que maneja cifras millonarias con negocios turbios con países de más que dudosa reputación democrática y con desprecio y maltrato a la mujeres?. ¿Dónde están las marcas patrocinadoras que sacan réditos millonarios de los abusos de poder de organizaciones machistas y nada trasparentes?

Pasaran los años y seguiremos hablando del gol de Iniesta en el Mundial de Sudáfrica. La victoria de la Selección Española Femenina de Futbol ha quedado en un último plano. Del gol de Olga Carmona, ya nadie se acuerda. La voluntad de Jenny Hermoso ha quedado en entredicho y cuestionada por las mentiras de Rubiales. Sólo quedaran las noticias de la actuación de un misógino impresentable que ha puesto en entredicho la dignidad de todo un país.

Cuentan que en la América de la Ley Seca el mafioso Al Capone, después de ordenar cientos de asesinatos y montar una red de corrupción y terror de dimensiones gigantescas, sólo pudo ser condenado por un delito fiscal. En el caso de Rubiales, después de corrupciones demostradas, de tener a su merced una red clientelar que podría perpetuarlo en el cargo, puede que sea apartado para siempre de tanto mangoneo por un beso no consentido, por un piquito de nada.

¡Los caminos del machismo recalcitrante son inescrutables!

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