El perfil bajo del alcalde

El alcalde va a la inauguración de un cuarto de baño, va a algo de los autobuses híbridos, escribe contra el Partido Popular en Twitter, pero no se le ve como antes con las bolsas de los mandados en la mano por las calles de su barrio. ¡Ojo! Que no digo que no lo haga sino que ya no suben esas fotos a sus redes ni se les ve tan proactivos, palabra de moda en la actualidad, como antes.

Y la duda me lleva a preguntarme si es que se está tapando de cara a las próximas elecciones municipales o es que prefiere bajar la actividad en redes sociales por miedo a que los gaditanos, cada vez más descontentos con su trabajo, no duden en saltar a la más mínima para recordarle como está Cádiz en la actualidad.

En el caso de querer bajar el ritmo de cara a las nuevas elecciones, la verdad es que nos llevaría a pensar que está pensando de forma activa el volver a encabezar unas listas electorales, no me pregunten bajo qué siglas porque con esta gente ya me he perdido, pero creo que sería un gran error por su parte.

Estos dos últimos años han demostrado de forma más que justificada que su tiempo ya ha terminado, que hasta los propios suyos, los que antes lo defendían a capa y espada, a día de hoy se encuentran confundidos por la actitud del alcalde y algunos, aunque en 'petit comite' hablan de haberse equivocado con el tan ansiado Mesías que desbancara a Teófila del Salón de Plenos del Ayuntamiento.

Si, por el contrario, este perfil bajo se debe a la situación de la ciudad y de los gaditanos, pues es lo más correcto. Muchos, por no decir muchísimos, gaditanos ya no se tragan más sus mentiras. El proyecto de una ciudad social, ecológica, feminista y gobernada para todos se ha quedado en un gran 'queo', como se dice en la calle, para todos aquellos que lo votaron.

Tras casi ocho años de gobierno se ha visto cómo la ciudad ha ido dando pasitos para atrás. Una ciudad muerta a la hora de que venga gente de las ciudades de alrededor a hacer vida. Una ciudad donde cada día es más complicado tener un coche, solo hay que preguntarle a los que lo usaban como medio de transporte para trabajar o a los mismos transportistas.

Una ciudad ecologista donde las palmeras y árboles se caen por no podarlos en su fecha, donde los autobuses son de lo más antiguo y contaminantes de la Comunidad, donde se prefiere talar árboles que a salvarlos y trasplantarlos. Una ciudad donde se gobierna para los cuatro amiguetes y asociaciones creada por estos. Esa es la realidad actual que cada día ven más gaditanos.

Sea como sea, sr. Alcalde, hace usted muy bien en ir desapareciendo poco a poco del panorama porque, me da a mí, que ya los gaditanos se encargarán dentro de unos meses de hacerlo desaparecer definitivamente del panorama político local.