Postales

Gobierno de lujo

Si algo muestra la experiencia es que haber triunfado profesionalmente no es ninguna garantía de triunfar en la política

José María Carrascal

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¿Quién puede estar contra el gobierno Sánchez, la abundancia de mujeres incluida? ¿No decíamos que faltaban en las altas esferas? Pues ahí tienen un gabinete con dos tercios de ellas. Y no por mero equilibrio de sexos. Todas pertenecen a lo mejor de su profesión. Como ellos. Además de famosos. Sólo falta Rafa Nadal para Deportes. Es un mensaje de tranquilidad para los jubilados, con una ministra defensora de las pensiones; para los que temían un distanciamiento de Europa, llenándolo de altos funcionarios comunitarios; para quienes temblaban ante una claudicación frente el separatismo, con personajes que lo han combatido abiertamente; para los que clamaban por mayor desarrollo de la ciencia y tecnología, poniendo al frente a alguien que las ha practicado; para los que claman por la Sanidad pública, encomendándosela a quien la viene defendiendo, y así sucesivamente. Aunque, al mismo tiempo, Sánchez se reserva un par de carteras para su defensa personal: Carmen Calvo, que si como ministra de Cultura con Zapatero no dio pie con bola, en la Vicepresidencia defenderá a Sánchez hasta la muerte, junto a un Ábalos que ha demostrado saber llevar el partido con mano de hierro, y desde la cartera de Fomento, llevará las bicocas a repartir. Sin olvidar a Planas, en Agricultura, rival de Susana Díaz, de donde puede llegarle la mayor contestación interna.

En resumen: hay para todos, menos para los que le eligieron presidente, que ni siquiera están representados. De hecho, es un gobierno contra ellos, ¡con sólo 84 diputados! Iglesias ya le augura «un calvario» y Torra califica de «pésima noticia» el nombramiento de Borrell. ¿Qué va a decirle éste cuando le pida la reapertura de sus «embajadas»? ¿Y Grande-Marlaska, cuando le exija el traslado de dirigente catalanes a sus cárceles? ¿Y Nadia Calviño, que se encargaba de controlar el déficit europeo, cuando la izquierda dura se empeñe en sobrepasarlos? ¿Y Pedro Duque, cuando compruebe que no hay dinero para Ciencia y Tecnología porque hay que mejorar las pensiones? ¿Les va a apoyar Sánchez o tratará de buscar un compromiso con quienes le mantienen en La Moncloa? Porque tanto ellas como ellos son profesionales de alta calificación, aparte de independientes, que no dependen del cargo político y se guían por su criterio, no por la conveniencia. Quiero decir que este gobierno, tan atractivo, tan bonito, tan bien montado, tiene su prueba de fuego en la realidad. Pues si algo muestra la experiencia es que haber triunfado profesionalmente no es ninguna garantía de triunfar en la política, regida por baremos, si no opuestos, distintos. El primero, el oportunismo. Es por lo que se ven tan pocos premios Nobel en ella, y los que se ven son a posteriori o no cumplen las expectativas. Les deseamos lo mejor, incluso por egoísmo, pero estaremos atentos a ver qué hace ese gobierno de estrellas, con la advertencia en mente de Sebastián Haffner hacia los intelectuales en la política: «Son como cisnes fuera del agua».

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