EDITORIAL ABC

Ermua, el asesinato que cambió España

Miguel Ángel puso rostro a la rebelión contra ETA y, sobre todo, a un nuevo proyecto nacional para España en el que las víctimas de ETA cobraron el protagonismo que se les había negado

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LA necesidad de luchar contra la desmemoria de lo que significó ETA se hace evidente ante las miserables negativas y silencios de algunos partidos e instituciones a homenajear a Miguel Ángel Blanco. Hace veinte años, ETA secuestró y asesinó al concejal de Ermua en represalia por el éxito de la liberación de José Antonio Ortega Lara. ETA nunca tuvo intención de liberar a Miguel Ángel porque sabía que el Gobierno no acercaría a los presos al País Vasco. Pero conviene recordar que la banda asesina también quería combatir la nueva política antiterrorista implantada por Aznar, quien en la entrevista que hoy publica ABC rememora esos trágicos días de julio de 1997.

La lucha contra ETA venía lastrada por la guerra sucia del GAL y la resignación ante una especie de empate perpetuo entre el Estado y los terroristas.

El Gobierno de Aznar se propuso ganar al terrorismo sólo con el Estado de Derecho y la cooperación internacional. El asesinato de Miguel Ángel Blanco fue el detonante de una rebelión social que asustó a ETA, pero también al PNV, y ambos sellaron, un año después, el Pacto de Estella, un consorcio nacionalista para evitar la derrota policial del terrorismo y la política del nacionalismo.

Miguel Ángel puso rostro a la rebelión contra ETA y, sobre todo, a un nuevo proyecto nacional para España en el que las víctimas de ETA cobraron el protagonismo que se les había negado. La defensa de la democracia y la unidad de España dejó de ser un argumento retórico y se convirtió en un reclamo para la movilización popular y política. Toda esta historia de lucha, sacrificio y victoria sobre ETA se resume en la imagen de Miguel Ángel Blanco, y por eso hay una izquierda extrema, no sólo el nacionalismo proetarra, que no la asume. Recordar a Miguel Ángel Blanco es un imperativo ético y político en un tiempo en que vuelve a ser necesario crear un gran proyecto nacional para España.

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