Editorial

Y mientras, prosigue la humillación a las víctimas

El acercamiento de presos etarras al País Vasco no es un acto humanitario, que nadie se engañe, es la consolidación de la política de blanqueamiento de la banda

Editorial ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Sin atisbo de sonrojo y solo para satisfacer el precio político de haber convertido a EH Bildu en su socio preferente en las Cortes, el Gobierno de Sánchez prosigue infatigable en su estrategia de aliviar la condena a los asesinos de ETA. Los últimos en llegar a este club de mimados por el sanchismo son Txapote y su novia, Irantzu Gallastegui, cuyo historial criminal sobrecoge al incluir los asesinatos de Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica, Gregorio Ordóñez, Fernando Buesa y el funcionario Francisco Gómez. Interior traslada a ambos de la cárcel de Huelva a la de Estremera solo porque así lo quiere Bildu, no hay ninguna otra razón que justifique el despropósito moral y la humillación a las víctimas que supone gratificar a unos criminales, auténticos asesinos en serie. El acercamiento de presos etarras al País Vasco no es un acto humanitario, que nadie se engañe, es la consolidación de la política de blanqueamiento de la banda y su sangriento historial para sacar rédito político de la alianza de Sánchez con el entramado proetarra. Una traición a la memoria de quienes perdieron su vida por la libertad de todos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación