Editorial ABC
Arrimadas se queda sin salidas dignas
La marcha atrás de tres diputados de Ciudadanos en Murcia que finalmente impedirán que prospere la moción de censura planteada contra el Gobierno del PP tiene visos de ser el error definitivo cometido por Inés Arrimadas con su estrategia para servir de muleta a Pedro Sánchez. La operación diseñada por Moncloa en connivencia con Arrimadas para despojar al PP de la mayor parte de su poder territorial se dio ayer por fracasada: no habrá ninguna moción de censura donde quería Sánchez, y sí habrá elecciones justo donde no quería, en Madrid. Así, resulta fallida también la coartada propagandística de Sánchez para simular un falso giro al centro, y queda al descubierto que quienes realmente son tránsfugas son los parlamentarios de Ciudadanos fieles a Arrimadas que querían votar junto al PSOE. A fin de cuentas, ellos son los que cambian de bando traicionando al PP, y los que quedan en un completo ridículo. La principal consecuencia de esta pifia carente de estrategia certifica que Ciudadanos ha perdido el norte, que carece de liderazgo y autoridad interna, y que su proceso de descomposición parece definitivo. A Arrimadas le quedan pocas salidas dignas. A su vez, y frente a la campaña de derribo orquestada por el PSOE contra su poder territorial, el PP ha demostrado saber reconducir con rapidez y éxito esta traición. Sin embargo, comete un error: designar consejeros a los tres parlamentarios de Ciudadanos como premio a su rectificación suena a componenda y da una artillería gratuita a la izquierda para arremeter contra el PP en la campaña madrileña.
