Armas nucleares: una amenaza mundial

Las armas nucleares fueron parte de una época pasada. En cierto modo, han sido la forma más descabellada y temeraria de mantener la paz en el mundo durante las últimas décadas del siglo pasado, cuando la desaparecida Unión Soviética representaba una auténtica amenaza para la libertad de millones de personas. En estos momentos, sin embargo, nada de lo que está sucediendo en el mundo justifica que haya países que vuelvan a mirar hacia esta fuerza de aniquilación indiscriminada. El papel disuasorio que tuvieron en su día ya es perfectamente inaplicable y, desde luego, con las nuevas tecnologías la idea de volver a una carrera de armamentos está completamente injustificada.

No es tampoco suficiente recordar que ha sido el autócrata ruso Vladímir Putin quien ha roto primero el proceso de desarme nuclear a base de autorizar la construcción de nuevos misiles de alcance intermedio que suponen una amenaza directa para los países europeos. Tampoco es buena noticia que Estados Unidos haya decidido responder anunciando que va a modernizar sus arsenales.

Todo el mundo debería saber que las armas nucleares están hechas precisamente para no ser utilizadas y que tal como están diseñadas unas y otras, una vez que alguien cometiese la insensatez absoluta de desencadenar un infierno atómico, ya no habría supervivientes. Por ello es necesario y urgente que tanto Estados Unidos como Rusia -y ahora también China- tomen conciencia de que ese no es el camino, que el mundo que hemos construido hasta ahora y que contiene los niveles más elevados de desarrollo humano y tecnológico, no se merece que haya dirigentes que se dediquen a frivolizar con una ruleta rusa con misiles nucleares.