Ataques a la Iglesia, ataques a la libertad

Una de las facetas en las que los partidos de la coalición de Gobierno demuestran más sectarismo en su objetivo de fracturar a la sociedad es su desprecio por la libertad religiosa. Según un informe del Observatorio de Libertad Religiosa y de Conciencia al que ha tenido acceso ABC, durante 2019 se produjeron 88 «agresiones» contra las distintas confesiones en nuestro país, y más de la mitad fueron cometidas por dirigentes del PSOE, de Podemos y de IU. Por supuesto, la inmensa mayoría de ellas lo fueron contra la Iglesia católica. Es notorio que Pedro Sánchez y sus socios -son los mismos partidos, aunque en 2019 aún no hubiese un Ejecutivo de coalición- confunden la aconfesionalidad del Estado con la marginación de la religión del espacio público. Y no hace falta hurgar mucho en el ideario de esos tres partidos para adivinar su animadversión contra la Iglesia.

Más aún, y con la coartada cívica de su defensa del laicismo, promueven un odio tan combativo contra la religión que en algunas de las medidas de confrontación o en las reformas legislativas que plantean ese laicismo llega a convertirse en agresivo. Es la clásica beligerancia de la izquierda, que siempre que gobierna se encarga de utilizar los organismos públicos para enfrentar a la sociedad y para justificar la persecución de ritos religiosos, el desprecio a algunas confesiones, o las profanaciones, pintadas amenazantes y actos vandálicos en los templos. Además, no consta que ninguno de esos tres partidos haya condenado públicamente cualquier acto ofensivo contra la religión, y menos aún si es la católica. Es otra de las libertades que, si fuese por la izquierda, quedaría erradicada en España, sin necesidad de prorrogar el estado de alarma.