Conducimos el Renault Kadjar

Renault inscribe su nuevo Kadjar en la corriente crossover, que si bien muchos confunden con todoterreno en realidad significa cruce conceptual, pues toma ideas de diferentes segmentos: SUV, sobre todo por diseño y sistemas de tracción -lo hay 4x4 con el motor de gasóleo más potente-, monovolumen -por modularidad interior- y turismo -por sistemas de asistencia a la conducción, dinámica de marcha...-

Conforme a nuestras primeras apreciaciones, el modelo que la firma del rombo ensambla en su planta de Palencia, donde acaba de protagonizar la unidad 15 millones de los Renault producidos en suelo patrio con la mitad de sus componentes «made in Spain», reúne atributos para cautivar al público, comenzando por un diseño: muestra empaque y entra por los ojos.

Sus formas, por cierto, remiten a las de su 'hermano' pequeño Captur.

Y no lo tendrá fácil, pues frente a sí encuentra un completo y pujante abanico de rivales que pasan por el súper ventas Nissan Qashqai -con el que comparte plataforma CMF-CD y hasta un 60% de elementos, si bien sólo un 5% de ellos visibles-, el Volkswagen Tiguan -en el que los responsables de Renault fijan su atención al tratarse de uno de los imprescindibles en las quinielas de los compradores-, el Kia Sportage o el Hyundai ix35, el Honda CR-V...

Vocación global

Fabricado con un sofisticado e inédito -en España- sistema de embutición en caliente que asegura aceros más finos y resistentes, capaces de aligerar el peso hasta fijar taras de 1.300 a 1.500 kg -1.700 kg un SUV como el Renault Koleos, al que no sustituye pero que contará con relevo en el tiempo-, supone un coche global que se venderá en 70 países. De hecho, desde la planta de Palencia se exportará a 35 mercados.

Mide 4,45 metros de largo (30 cm más que el Captur) y ofrece una notable amplitud interior, incluso para cinco ocupantes. También un capaz maletero que arranca en 472 litros y acaricia los 1.500 abatiendo con sencillez los respaldos traseros. En esa posición, el suelo de carga es plano y admite objetos de hasta 2.563 mm de largura.

Asientos confortables de alta densidad, calidad notable, de lo mejorcito en la marca francesa con 'guiños' como la instrumentación digital configurable de diseño analógico -el tacto de dirección, cambio o palancas de intermitencia y limpiaparabrisas es gratificante-, ergonomía en el puesto de conducción... Todo ello casa en un Kadjar que recibe en opción tecnologías como sistema de aparcamiento automático, lector de límites de velocidad o asistente a la frenada de emergencia.

Es cómodo y aplomoado en carretera y puede con una ligera circulación campera fruto de la eficacia de su tracción total y de sus aceptables ángulos de ataque y fuga (18 y 25º), que se añaden a una altura libre hasta el suelo de 20 cm.