Obispos, tenderos, policías y un relojero, en el juicio del «Códice Calixtino»

El dilatado juicio por el robo del «Códice Calixtino» llega esta semana a su ecuador con medio centenar de testigos citados. Entre ellos se cuentan un buen número de agentes de la Policía Nacional que participaron en la investigación desarrollada para dar con el ladrón confeso y que ahora deberán esclarecer en la Audiencia de La Coruña los pormenores de unas pesquisas que se prolongaron durante un año y que guiaron los pasos del juez hasta el garaje de Milladoiro.

Además de los efectivos policiales citados (algunos de ellos declararán por videoconferencia) a lo largo de estos cinco días desfilarán por los juzgados de Santiago un buen número de trabajadores relacionados, de un modo u otro, con la Catedral. Los primeros en declarar, esta misma mañana, serán los empleados de la tienda del templo en el que se produjo la sustracción.

La misma en la que el principal acusado, Manuel Fernández Castiñeiras, dijo haber comprado varios facsímiles del «Códice Calixtino» convencido de que se revalorizarían. La jornada de hoy se completará con el testimonio del actual ecónomo de la archidiócesis de Santiago, Pedro Ceán.

A lo largo de la semana —está previsto que todos los días haya sesión— el tribunal encargado de juzgar la sustracción del valioso manuscrito y el robo de 1,7 millones de los fondos catedralicios interrogará también al obispo de Tui-Vigo (que fue deán de la Catedral) y al obispo de Orense (que fue canónigo). La nómina se completa con otros habituales de la basílica compostelana que compartieron el día a día del electricista durante años, caso de algunos vigilantes de seguridad, del encargado de mantenimiento del reloj o de algunos empleados del archivo. No será hasta el próximo 4 de febrero cuando los testimonios den paso a la reproducción de grabaciones y pruebas documentales. Después llegará el momento de las conclusiones.