El «Códice» fue recuperado en julio de 2012
El «Códice» fue recuperado en julio de 2012 - ABC

Guía para seguir el juicio del «Códice»

El momento que Castiñeiras ha intentado evitar llega este lunes. El ladrón confeso deberá estar a las 9.30 en el juzgado de Santiago del que se ausentó el pasado jueves por un problema de salud. La defensa intentará anular la instrucción

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¿Pero habrá juicio esta vez?

Eso cabe esperar. El pasado jueves, el primer juicio al que debía enfrentarse José Manuel Fernández Castiñeiras —por robar presuntamente las cartas de sus vecinos— tuvo que posponerse ya que una hora antes del inicio, repentinamente, el acusado acudió a un hospital por un cuadró de estrés. Un día después, un forense lo examinó a petición de la Fiscalía y concluyó que el ladrón confeso del «Códice Calixtino» se encuentra «en condiciones» para que, esta vez sí, sea juzgado.

¿Por qué se ha retrasado?

Aunque el «Códice» fue recuperado en julio de 2012, un año después de haber sido sustraído, el proceso de instrucción ha estado repleto de recursos. Tantos, que la Audiencia Provincial de La Coruña llegó a reprochar a la defensa su «inaudita actividad alegatoria e impugnatoria».

Una vez solventados estos escollos, se fijó fecha para la vista del 1 al 19 de diciembre, pero tuvo que posponerse al coincidir con otro juicio de la abogada de Castiñeiras, que tenía preferencia al tener implicado en él a un recluso.

¿Cómo transcurrirá la vista?

Este lunes se resolverán las cuestiones previas. La abogada de la defensa, Carmen Ventoso, ya ha avanzado que dedicará esta jornada a explicar por qué, en su opinión, durante la instrucción se vulneraron derechos fundamentales de su cliente. Intentará de ese modo que se anulen, al menos, distintas diligencias practicadas.

Ha criticado durante al juez instructor José Antonio Vázquez Taín. La Audiencia Provincial de La Coruña, que lleva este caso, deberá decidir. El martes es el día destinado a la declaración de los imputados: Castiñeiras, su mujer y su hijo. A partir del miércoles, será momento para los testigos. Más de sesenta. Los tres últimos días (3, 4 y 5 de febrero) se entregarán a periciales, documentales, reproducción de grabaciones, conclusiones e informes.

¿Qué se juzga?

Aunque el robo del «Códice» es lo que ha dado popularidad a este caso, hay otros presuntos delitos destacados por los que Castiñeiras y su familia serán juzgados. El cabildo catedralicio ejerce de acusación particular, pues a mayores del libro medieval, el sospechoso —que fue electricista en el templo durante años— sustrajo otros facsímiles, libros y documentación, además de una gran cantidad de dinero: cerca de 1,7 millones de euros. En concreto, se le requisaron facsímiles del «Códice», de los «Libros de Horas» y el «Officium Virginis». El hurto de la joya medieval terminó desvelando un supuesto blanqueo de capitales y la sustracción de la correspondencia de los vecinos de Castiñeiras. Esto último se juzgará el 12 y 13 de febrero. ¿Quién sabe? Quizá si el imputado no se hubiera llevado el «Códice», nada se habría sabido.

¿Ha estado en libertad en este tiempo el principal acusado?

Eso es. Inicialmente fue enviado a prisión, pero en enero de 2013 consiguió la libertad provisional. Como medidas cautelares, se decidió retirarle el pasaporte y, durante estos dos años, Castiñeiras ha tenido la obligación de comparecer todos los lunes por la mañana en el Juzgado de Instrucción Nº 2 de la capital gallega para firmar como medida de control. Además, se le prohibió entrar en la Catedral o en cualquier edificio o dependencias anexas. Tampoco puede acercarse al antiguo deán José María Díaz, pieza clave en el caso, que dejó su cargo hace dos años.

¿Y ahora dónde vive?

Después de abandonar el centro penitenciario de Teixeiro, en La Coruña, no regresó al barrio de Milladoiro, a las afueras de Santiago donde había residido cerca de treinta años, y cuyos vecinos le han denunciado. Lleva una vida bastante discreta, pero ahora —según ha trascendido esta semana— reside en un ático en Noalla, en la localidad pontevedresa de Sanxenxo.

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