Fernández Castiñeiras, ladrón confeso del «Códice», en una imagen de archivo
Fernández Castiñeiras, ladrón confeso del «Códice», en una imagen de archivo - efe

Un forense determina que el ladrón del «Códice» está «en condiciones» para ser juzgado el lunes

Fernández Castiñeiras se ausentó este jueves del juicio del robo de cartas a sus vecinos por un ingreso repentino que apenas duró cuatro horas

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José Manuel Fernández Castiñeiras, el ladrón confeso del «Códice Calixtino», «está en condiciones de ser sometido a juicio oral». Así lo ha determinado la médico forense que, a petición de la Fiscalía, ha examinado este viernes al acusado después de que ayer se ausentara de otro juicio por un ingreso hospitalario repentino.

El informe certifica, por tanto, que no hay impedimento para que el exelectricista de la Catedral de Santiago declare el próximo lunes por el sonado hurto del manuscrito medieval, un delito al que se unen otras imputaciones como el origen de los cerca de 1,7 millones de euros que supuestamente sustrajo del templo a lo largo de dos años.

El fiscal Antonio Roma había solicitado esta prueba después de que Castiñeiras se ausentara el jueves del juicio por el presunto robo de cartas a sus vecinos.

A la hora en que la vista debía comenzar, el acusado no se encontraba en el lugar. Poco después notificó por fax que se encontraba hospitalizado en la provincia de Pontevedra por una indisposición repentina a una hora del inicio del juicio. La petición de la Fiscalía fue atendida por la Audiencia Provincial de La Coruña.

La abogada de Castiñeiras, Carmen Ventoso, preguntada por ABC, no quiso comentar si la coincidencia del cuadro de estrés de su cliente podría generar sospechas. El imputado -que se enfrenta a este segundo juicio junto a su mujer y a su hijo- permaneció cuatro horas en el hospital de O Salnés, donde se le realizaron pruebas al afirmar haber sufrido un desmayo y tener antecedentes por un ictus en 2005.

Los vecinos afectados abandonaron «indignados» los juzgados. Su letrado, Felisindo Basteiro, afirmó que era «una tomadura de pelo injustificada» y que Castiñeiras llegó al centro médico conduciendo.

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