Interior de la Catedral de Santiago
Interior de la Catedral de Santiago - abc

Una Catedral más segura y modernizada tras el robo

Tras la recuperación del Códice se reconocieron errores

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Que las cosas no se hicieron bien no dudaron en reconocerlo tras la recuperación del «Códice» ni en la Catedral ni en el Arzobispado. Había deficiencias en cuestiones de seguridad y supervisión que debían ser enmendadas, y mucho margen de mejora en aspectos relativos a la gestión económica. Lo apuntaba la semana pasada en una entrevista en ABCJulián Barrio. El prelado reflexionaba entonces: «Cuando uno hace algo que no ha estado bien, se reconoce, se pide perdón y se trata de buscar una solución para poder mejorar». No tardaron en darse los primeros pasos para crear un santuario más seguro y modernizado. En seis meses ya se habían establecido los primeros cambios con una premisa: «Confía, pero controla». El arzobispo colocó por primera vez a un laico con experiencia en la materia al frente de la administración del santuario a través de la Fundación Catedral.

Bajo la dirección de Francisco Domínguez Martínez son varios los avances dados en este sentido.

Hoy se sigue un control riguroso en los diferentes procesos internos, con las medidas preventivas pertinentes propias de cualquier institución y se ha solventado el problema de las zonas «oscuras» donde la vigilancia era escasa o nula.

A mayores, también se produjo un relevo al frente del templo, con la elección de un nuevo deán, función que recayó sobre el sacerdote Segundo Pérez, de 66 años, que había sido director del Instituto Teológico Compostelano y quien había relevado al anterior deán, José María Díaz, al mando del archivo de la Catedral. Con un talante cercano y afable, también ha contribuido a que el santuario haya ido recuperando la normalidad.

Toda esta situación debilitó la salud de Díaz, que llegó incluso a sufrir un chantaje después de que el caso hubiera sido ya resuelto. El hurto también desprestigió en parte su trabajo, pero casi se ha convertido en una costumbre que cada vez que presenta un nuevo libro en torno a la Catedral compostelana, el autor del ejemplar salga en su defensa para reivindicar su labor al frente del archivo.

Ver los comentarios