Pobres niños ricos, de la alta cuna a la deshonra pública
Lo tenían todo, gracias a sus poderosas familias. Pero eligieron el peor camino. Ghislaine Maxwell es la que se lleva la palma de la deshonra
Sin sábanas y con ropa de papel . Éstas son algunas de las medidas de seguridad que se han implementado en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn para Ghislaine Maxwell , la que fuera amante y madama del pedófilo Jeffrey Epstein . Tras su detención hace una semana, desde el departamento de Justicia de Nueva York quieren asegurarse de que la socialite británica no acaba con su vida, como hizo su expareja en 2019. Ghislaine se enfrenta a cargos por atraer a menores de edad para que Epstein abusara sexualmente de ellas. En un intento de transmitir que está dispuesta a colaborar y que no ha orquestado ningún plan de fuga, declarará el martes por videoconferencia desde su celda. En la vista se determinará si continúa en prisión a la espera de juicio o si sale libre bajo fianza. Si la información es poder, ella tiene la mejor baza para negociar con la Justicia.
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Ghislaine era la hija favorita del empresario Robert Maxwell , cuya vida también da para una inquietante y sórdida película. Desde niña tuvo todas las oportunidades para ser quien quisiera ser y seguramente los estragos de su padre influyeron en su falta de escrúpulos. Solo hay que acudir a la hemeroteca para consultar otros casos de otros niños bien que, por distintas razones, acabaron en prisión... o cerca de ella. Estas son sus historias.
Patricia Hearst
La nieta del magnate de los medios William Randolph Hearst acaparó titulares en 1974 por dos motivos: un rapto y un robo. Fue víctima de un violento secuestro a manos del Ejército Simbiótico de Liberación (SLA), un grupo guerrillero que luchaba por implantar una revolución socialista a nivel mundial. Le lavaron el cerebro y la transformaron en «Tania», la terrorista urbana más famosa del mundo y una de las primeras víctimas del llamado síndrome de Estocolmo.
Tras una prueba de vida y de acceder a las peticiones millonarias del SLA, los Hearst pagaron una fianza de 1,5 millones de dólares para que Patty saliera de la cárcel después de robar un banco abducida por la guerrilla. Veinticuatro horas después, conoció a Bernard Shaw, uno de sus guardaespaldas y futuro marido. Cuando la condenaron a 22 meses por el robo , Shaw fue a verla cuatro veces por semana. Según ella, fue el único que entendió el calvario por el que había pasado. Tuvieron dos hijas y compartieron 40 años de vida. De esa pesadilla queda la fotografía donde sostiene una semiautomática.
Clare Bronfman
En 2018, la rica heredera de la empresa de licores Seagram’s fue acusada de financiar con 100 millones de dólares al grupo de autoayuda Nxivm, que resultó ser una red de tráfico sexual . En 2019, Bronfman se declaró culpable de los delitos de conspiración para ocultar y albergar inmigrantes indocumentados con fines de lucro, y de falsificación de identidad.
Paris y Conrad Hilton Jr.
Son los bisnietos de Conrad Hilton que más titulares han encabezado, al margen de las páginas de color salmón. Al principio cometían travesuras más morbosas que ilegales, hasta que, en 2007, Paris Hilton fue condenada a 45 días de cárcel por violar los términos de la libertad condicional de la que disfrutaba tras conducir en estado de embriaguez. Después de aquel episodio, sentó la cabeza y comenzó a subsanar su mala imagen, que también repercutió en el apellido Hilton. Cuando comenzaba a despuntar como una empresaria de éxito, su hermano Conrad Hilton Jr. (26) fue condenado a 60 días de cárcel por violar la libertad condicional de la que disfrutaba consumiendo drogas.
Ted kennedy
Hermano del presidente de EE.UU. John F. Kennedy y del senador por Nueva York, Robert F. Kennedy , Ted Kennedy truncó sus posibilidades de llegar a presidente al darse a la fuga en 1969 tras un accidente de coche. Ocurrió en Massachusetts, cuando se salió del puente por el que transitaba. Su acompañante murió en el acto.
Patrizia Reggiani
La «viuda negra» de Gucci fue condenada a 26 años de prisión por contratar a un sicario en 1995 que descerrajó cuatro tiros mortales a Maurizio Gucci, miembro de la familia propietaria de la mítica marca italiana. Patrizia Reggiani cumplió toda la condena y rechazó la libertad condicional porque decía que prefería continuar en la cárcel a tener que trabajar, algo que no había hecho nunca. Al salir, un juez le concedió la compensación vitalicia de un millón de euros al año que ella había pactado con su difunto marido.
Lapo Elkann
Han sido muchos los escándalos que ha protagonizado el nieto más popular y polémico del fallecido fundador de la casa Fiat, Gianni Agnelli . El más grave ocurrió en 2016, cuando se salvó de una pena de entre dos y diez años de prisión tras ser detenido en Nueva York por fingir su propio secuestro (exprés) para conseguir que su familia pagase 10.000 dólares con los que costearse 48 horas de sexo, drogas y alcohol en compañía de una prostituta. Ahora parece que ha sentado la cabeza con la expiloto portuguesa Joana Lemos . Incluso, suenan campanas de boda.
Paola Fendi
La Fiscalía de Roma solicitó en 2008 una pena de 16 meses de cárcel para la diseñadora, a quien acusó de ofrecer un vestido de novia a la hija del subdirector del departamento de cementerios de la ciudad. Quería que le concediera la licencia de construcción de un mausoleo en el camposanto de Verano, el más importante de Roma, donde están enterradas celebridades como Marcello Mastroiani o Giuseppe Garibaldi . Ella también se salvó de ir a prisión.
