Jean-Luc Brunel, el amigo de Epstein, quiere tirar de la manta

Ex agente de modelos, amenaza con escribir un libro donde saldría lo peor de la noche parisina

Jean-Luc Brunel en una imagen de principios de los 90

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Se presta a Jean-Luc Brunel (74 años) la próxima elaboración de un libro forzosamente escandaloso para «desmentir» las acusaciones de abuso de menores, corrupción, acoso, agresiones sexuales y tráfico de mujeres (niñas y adolescentes, sobre todo), no siempre «modelos», en su condición de antiguo amigo y colaborador de Jeffrey Epstein , el financiero norteamericano, fallecido misteriosamente en una prisión federal de Nueva York, el 10 de agosto de 2019. Allí, Esptein estaba a la espera de sentarse en el banquillo como patrón de una «empresa» de tráfico de menores, prostituidas para satisfacer los más bajos deseos de cierta élite internacional. Si ese libro llega a publicarse, podría ser un testimonio espectacular de las «metamorfosis» de la vida nocturna de París durante los últimos 30 años del siglo XX.

Como agente y más tarde director de varias agencias de modelos (entre las que figuraba Karin Models ), Brunel fue un personaje célebre en el París anterior y posterior a la irrupción trágica del sida. Fue el cantante Claude François (1939-1978) quién descubrió su talento para buscar a chicas muy jóvenes dispuestas a abrirse camino en el mundo de la moda y la música, aunque también como «acompañantes» de señores prestos a pagar precios muy altos por recibir «servicios de calidad» en hoteles de lujo o residencias privadas.

El anfitrión

Tras sus experiencias con Claude François , Brunel creó varias agencias propias con un éxito vertiginoso, convirtiéndose en uno de los reyes de una vida nocturna parisina muy cosmopolita. Antros, clubs, boîtes, discotecas, salas de baile, bares de copas y lugares de recreo como Les Bains Douches, Le Palace, Le Privilege, Regine o Chez Castel tuvieron días de gloria, entre lo efímero y lo sórdido. Yves-Saint-Laurent , Karl Lagerfeld o Carolina de Mónaco , entre otras celebridades, podían hacer apariciones llamativas. Jean-Luc Brunel se ocupaba de los bajos fondos de ese mundo cosmopolita donde se cruzaban músicos ingleses, actores norteamericanos, financieros árabes, empresarios de Europa del Este y creadores de moda más o menos efímera.

Desfile de Yves-Saint-Laurent

La policía neoyorquina descubrió en su día las relaciones algo más que amistosas entre Brunel y Jeffrey Epstein, quienes se conocieron a través de Ghislaine Maxwell . Epstein, además, en 2004 le habría prestado a Brunel hasta un millón de dólares para abrir MC2 Model Management en Nueva York. Antiguas jovencitas seducidas por el brillo de la fama y el dinero fácil, convertidas en respetables señoras con el paso de los años, han acusado a Brunel, describiendo un mundo tan lujoso como sórdido en torno a un gran apartamento parisino en la Avenue Hoche. Allí eran recibidas por señores de muy distinta nacionalidad a quienes tenían que «acompañar» a lo largo de días y noches de droga, sexo e intercambios no siempre voluntarios.

Virginia Giuffre , la mujer que dice haber sido violada por el Príncipe Andrés cuando solo tenía 17 años, ha señalado públicamente al antiguo agente francés: en una declaración jurada en 2015, aseguró que Epstein había presumido ante ella de haberse acostado con «más de mil chicas de Brunel». El resto de las mujeres que le han denunciado son conscientes de que la gran mayoría de los delitos han prescrito. Pero desean contar la historia muy oscura de una vida nocturna parisina mal conocida.

Última vez

Incluso si Brunel diese una visión soft de esos bajos mundos nocturnos, sería un acontecimiento por lo que pudiera relatar. El caso Epstein sigue su curso y la policía judicial francesa trabaja en la instrucción de numerosos casos de acoso, agresiones sexuales y violación con el hilo común de Jean-Luc Brunel, a quien se le vio en público por última vez en el Paris Country Club el 5 de julio de 2019. Luego, salió del país con destino a Brasil. Ahora amenaza con «regresar» para desentrañar París by night, cuya historia está por escribir.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación