Alessandro Lequio y María Palacios bautizan a su hija

Alrededor de cincuenta personas acudirán a esta ceremonia que se realizará en la capilla del palacio de Torlonia

Madrid Actualizado: Guardar
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Será este sábado cuando se celebre en Roma el bautizo de la primera hija de Alessandro Lequio y María Palacios, Ginevra, que nació el pasado mes de agosto en Madrid. Alrededor de cincuenta personas acudirán a esta ceremonia que se realizará en la capilla del palacio de Torlonia, la que fuera residencia de la Infanta Doña Beatriz, abuela de Lequio, y donde se servirá a continuación un coctel con catering propio para dar la enhorabuena a los padres y conocer a la niña.

Entre los asistentes estarán la hermana de Alessandro, sus sobrinos y su tía y habrá más de un recuerdo para la memoria de Sandra Torlonia, la madre de Lequio quien no para de repetir que su hija es exacta a la que sin duda fue una de las mujeres más bellas y elegantes de su época.

Desde antes del nacimiento de la pequeña el matrimonio Lequio Palacios ya tenía elegidos a los padrinos de su bebé. Serán Ana Rosa Quintana y Alejandro Lequio Obregón los encargados de esa labor el próximo sábado para lo que se desplazarán a Roma a pasar el fin de semana. Ana Rosa tendrá que llevar en brazos a Ginevra quien llevará para la ocasión el faldón de cristianar de la familia y con el que también recibió las aguas bautismales en Roma el Rey Don Juan Carlos. Un acto que quieren sea puramente familiar hasta el punto de que no habrá una exclusiva periodística con ese sacramento, al menos con los invitados y padrinos. Como mucho los Lequio posarán con la niña si quieren salir en Hola donde trabaja María pero no someterán a sus amigos a un posado con Photocall como tantas veces se ve en muchas celebraciones.

Demostrando la buena relación que tienen antes de viajar a Roma para ultimar los preparativos Alessandro y María quisieron sumarse al almuerzo que se celebró en el Club Alma para celebrar el XV aniversario de la revista «AR». Hubo muchos invitados para celebrar la fecha y un discurso muy emotivo de quien es imagen de cabecera de esa publicación, Ana Rosa Quintana, quien agradeció y recordó cómo le ofrecieron ese proyecto en «el peor momento de mi vida con la polémica que se organizó en torno a mi libro. Cuando creí que mi carrera profesional estaba terminada me llegó esta llamada y fue muy gratificante saber que había quien seguía apostando por mí. Acepté y reconozco que en estos quince años me han pasado cosas muy importantes como tener a mis hijos, casarme, empezar mi programa, casar a mi hijo…».

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