Arnaldo Otegi, el pasado martes en Elgoibar
Arnaldo Otegi, el pasado martes en Elgoibar - EFE

Otegi: «La labor fundamental que tengo que hacer es construir colectivamente un proyecto independentista»

«Me siento con fuerza para todo lo que me echen encima», asegura en su primera entrevista tras salir de la cárcel

BILBAO Actualizado: Guardar
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«La labor fundamental que tengo que hacer es construir colectivamente, con la gente, un proyecto independentista y socialista para este país». En su primera entrevista (doble, primero en euskera en ETB-1 y después en castellano en ETB-2; ambas, en directo) desde que salió de prisión el pasado martes -tras seis años y medio de condena por intentar reconstruir Batasuna-, el secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, no ha concretado cuál será su cometido dentro de la «izquierda abertzale» y si, como aseguró al New York Times, pretende ser el candidato de Bildu en las próximas elecciones vascas, pretensión imposible por estar inhabilitado para ejercer cualquier cargo público hasta 2021.

¿Se siente con fuerza para presentarse a lendakari, le ha preguntado la presentadora de la televisión pública vasca? «Me siento con fuerza para eso y para todo lo que me echen encima», ha respondido, si bien previamente había admitido que desde la «izquierda abertzale», seriamente tocada tras sus últimos varapalos electorales, se depositan demasiadas expectativas en su figura.

«Pero no soy de los que rehúyen mis responsabilidades. Yo aportaré mi granito de arena», ha comentado en la víspera de que pronuncie en el Velódromo de Anoeta, en San Sebastián, su primer mitin de envergadura tras dejar la cárcel.

«Lo que necesita este país es un proyecto para vivir mejor. Tenemos el derecho a vivir en un Estado decente. Solo podemos vivir en un Estado decente si los vascos construimos nuestro propio Estado. No digo porque el Estado español sea indecente per se, lo digo porque no tiene ningún mecanismo capaz de evolucionar hacia un modelo de Estado que respete nuestros derechos nacionales y sociales», ha proclamado Otegi.

A renglón seguido ha afirmado que va a «pasar un tiempo más escuchando a la gente que hablando con la gente. Lo que la gente nos está demandando es un proyecto. Lo importante no son las elecciones. Las elecciones son importantes, los candidatos son importantes, pero las elecciones y los candidatos pasan. Lo que tiene que perdurar es un país que busca construir una sociedad más justa».

«Me ha hecho todavía más humano»

La entrevista ha servido para mostrar al Otegi más propagandístico. El capaz de afirmar que se ha «hecho todavía más humano en la cárcel», pues durante su última estancia perdió a su madre, suegra, familiares y amigos, y eso le ha permitido, ha dicho darse «cuenta de que te llamen y te digan» que ha fallecido un ser querido; que esto no le ha llevado a ser más «rencoroso», sino a «entender que aquellos que sufrieron la violencia armada de ETA» también recibieron llamadas parecidas. Como el pasado martes en Elgoibar, ha asegurado que se alegra «de corazón» de que la banda terrorista ya no suponga una amenaza. «Tengo grandes amigos entre las víctimas de ETA», ha llegado a asegurar, y ha incluido a «gente del PP».

Como también avanzó en Elgoibar, Otegi ha afirmado que hará «autocrítica» y que seguirán ese camino «hasta el final», aunque sin mayor concreción, y porque se lo dicta su «conciencia». «Me dice que teníamos que haber hecho ese paso antes». «Teníamos que haber sabido interpretar bastante antes la necesidad de la gente de superar la confrontación armada e instalarse en una etapa de confrontación política y democrática», ha afirmado en otro momento de la entrevista.

A renglón seguido, ha responsabilizado directamente al Gobierno central de que ETA todavía no se haya disuelto. «[La banda] ha manifestado en numerosas ocasiones que está dispuesta al desarme. Hay un Estado que no está dispuesto a implicarse en ello. Es una rara avis a nivel mundial. Me confirma en una cosa: fuimos detenidos porque trajimos la paz a este país. La violencia, o el terrorismo como le dicen algunos, tenía que desaparecer y eso no le convenía al Estado. Me confirma la tesis de que el Estado estaba mucho más comodo en la situación anterior».

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