Una licencia de obras frena el plan más ambicioso de la Milla de Oro

Nuevos dueños y nuevo proyecto, eso sí, más pequeño. Las máquinas han vuelto a trabajar en uno de lo lugares más preciados de la capital. Está situado en plena Milla de Oro, en un enorme solar situado en el número 3 de la calle de Juan Bravo, en pleno barrio de Salamanca. A la espera de obtener la licencia de obras por parte del Ayuntamiento, que se está tramitando, ABCha podido conocer detalles de la urbanización. Contará con 44 viviendas, en lugar de las 60 del antiguo boceto, repartidas en ocho plantas, dos locales comerciales y 78 plazas de garaje en tres sótanos y planta baja. Esos son los detalles, a grandes rasgos, del diseño, que podría sufrir alguna modificación, dado que el permiso no se ha concedido.

La de Juan Bravo, 3, es una de las manzanas más codiciadas de Madrid y. aunque el mercado del lujo, lejos de resentirse con la crisis, se mantuvo, sí afectó, y de qué manera, al ladrillo y, por ende, a este ambicioso proyecto, cuyas obras se paralizaron en 2010, al año y medio de comenzar.

La falta de financiación dejó congelado el paisaje del forjado y la estructura que los vecinos de los pisos más altos de Juan Bravo, Lagasca, Claudio Coello y Maldonado veían cada día a través de sus ventanas. Ahora, tras la venta a principios de 2015 del anterior dueño, el empresario Rafael Ortiz, de Eurosazar (declarada en concurso de acreedores), al Grupo Lar España y Pimco (una gestora inmobiliaria estadounidense), que comparten propiedad al 50%, el famoso solar, de 26.203 metros cuadrados, vuelve a recobrar, poco a poco, su actividad.

La venta se cerró por 120 millones euros e incluyó, entre otros activos y créditos, además de ese solar, un edificio colindante situado en Claudio Coello, 108, con una superficie construida de 3.318 metros cuadrados, que ha sido vendido recientemente. La constructora es San Martín, la misma encargada del anterior proyecto.

«Aún hay pocos albañiles. Están derribando los sótanos que se encuentran en muy mal estado después de seis años de abandono, así como consolidando el terreno», explican portavoces de Lar. «Trabajan solo por las mañanas, de momento. A mí me han dicho que la construcción del complejo comenzaría en mayo», precisan residentes en la zona.

Cuando obtengan la licencia de edificación, se comenzará a levantar el complejo de viviendas más exclusivo de la capital, llamado a convertirse en un referente del sector de lujo residencial en toda Europa, según ha confirmado el grupo Lar. De momento, tienen el permiso de demolición de la vieja y deteriorada construcción.

Mutismo absoluto

El complejo, rebautizado como Lagasca99 ha variado poco el exterior. En las verjas grises que rodean el perímetro del solar figura el nombre antiguo, Juan Bravo 3 o Juan Bravo Plaza. Un contenedor de obra situado en la calle de Maldonado; la protección de los árboles de una acera de la calle de Lagasca; un trozo de la de Maldonado, donde ya no se permite aparcar, y el vallado tupido que no permite ver nada del interior anuncian que algo ha cambiado.

Sobre cómo serán las viviendas, el mutismo es absoluto. Lo único que ha trascendido es que los pisos «serán de gran tamaño y contarán con las mejores calidades». Y, aunque en los carteles figura la palabra residencial, en la página web de Lagasca99 se alude a los conceptos de « Único. Irrepetible. Inalcanzable». «Un concepto novedoso de viviendas de lujo en Madrid. Exclusividad. Seguridad y espacio se unen para crear uno de los complejos residenciales más excepcionales del mundo», anunciaba el anterior complejo en los carteles situados a pie de obra. Aunque ahora la palabra lujo no existe, lo exclusivo sigue presente.

Basta decir que los inmuebles serán comercializados por Colliers International, dedicada únicamente a proyectos de gran nivel. Con la construcción del nuevo y vanguardista edificio, el solar, ubicado en una relevante zona del Barrio de Salamanca, cambiará el paisaje actual. Se levantará sobre una parcela de 2.250 metros cuadrados y tendrá una superficie total aproximada de 26.000 metros cuadrados entre, sobre y bajo rasante. Se trata del único espacio disponible del distrito con estas dimensiones y que puede tener uso residencial.

«Hemos visto que, desde hace unos dos meses, han realizado la acometida de agua y de la luz, han metido máquinas y colocado vallas para cargar y descargar; y se oye cómo derriban cimientos subterráneos», precisa un vecino. «Lo van a derribar todo y dejar el terreno diáfano; ahora harán otra cosa distinta», indican otros que dicen saber de qué hablan.

«¿Qué pensamos? Hombre, hay opiniones para todos los gustos. Por las tardes, como no tenemos nada enfrente, da el sol de lleno en nuestras casas. Eso lo vamos a perder. Pero, claro, no es bueno tener un solar vacío. No sirve para nada, da mala imagen», resumen en un comercio de la zona.

Fernando Fernández Tapias, que fue socio de Rafael Ortiz durante un tiempo, vaticinó a ABC, cuando se iba a retomar el proyecto en 2015, con la entrada de Lar:«Juan Bravo Plaza será un gran negocio». El tiempo lo dirá.