Carmena recula a medias y abre un carril para coches en la calle Galileo

El Ayuntamiento de Madrid mantiene la zona peatonal pero habilita un vial para vehículos, operativo desde ayer, con limitación a 20 kilómetros por hora

Un coche entra a la calle de Galileo, con la nueva señalización MAYA BALANYÁ
Ignacio S. Calleja

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El polémico cierre de la calle de Galileo , en el distrito de Chamberí, acabó este jueves, aunque solo a medias. El Ayuntamiento de la capital, que dirige Manuela Carmena , ha atendido parcialmente las quejas vecinales y ha abierto un carril para el paso de coches, con límite de velocidad a 20 kilómetros por hora, en la zona dedicada exclusivamente a las bicicletas y los vehículos de emergencias. Sin embargo, la reversión de esta peatonalización no es total y se mantiene el área estancial para los viandantes, junto al mobiliario urbano que se instaló con la medida.

Si bien la demanda era que la iniciativa «Despacio Galileo» se revertiese completamente, esta actuación confirma que el «experimento» –así lo definen los afectados– ha fallado. Fuentes municipales argumentaron ayer que la peatonalización era un proyecto piloto y, como tal, podía modificarse . «Fue diseñado como una acción reversible y es lo que se está haciendo ahora», insisten. Así, el Consistorio atiende parte de la exigencia de los vecinos –cuentan con más de 2.000 firmas– y el mandato del Pleno del pasado mes de junio, cuando todos los grupos de la oposición (PP, PSOE y Cs) instaron a Carmena a revocar la iniciativa.

Tras desvelar ABC que el Gobierno municipal estudiaba reabrir la calle, Carmena confirmó que era una posibilidad que estuviese operativa para los vehículos durante la semana y la peatonalización los sábados y domingos. Finalmente, se ha optado por esta fórmula mixta, que combina la circulación de coches con la zona peatonal.

Desde ayer a primera hora, vuelve a estar permitido el paso de coches en el carril que estaba dedicado a las bicicletas y los vehículos de emergencias. El tramo peatonalizado, entre las calles de Fernando Garrido y Meléndez Valdés, cuenta ahora con una limitación de velocidad a 20 kilómetros por hora , una nueva señalización y un refuerzo para la información y la vigilancia. Habrá Policía Municipal y agentes de Movilidad durante los próximos días y a principios de septiembre.

Un operario pinta las plazas de aparcamiento en la calle de Fernando Garrido MAYA BALANYÁ

El hecho de que ahora convivan coches y peatones suscita una nueva crítica por el peligro que entraña. «La sensación de inseguridad se multiplica exponencialmente, es el disparate definitivo; lejos de revertirlo, ahora es peor», declara Pedro Corral , edil del PP. No obstante, el Ayuntamiento asegura que la modificación cuenta con las valoraciones, informes y autorizaciones de las direcciones generales de las áreas de Desarrollo Urbano Sostenible y Medio Ambiente y Movilidad.

Mobiliario urbano

El cambio, no obstante, no afectará a la zona peatonal. La parte señalizada de amarillo se mantiene intacta, al igual que las jardineras y el mobiliario urbano que separan el carril de esta zona. Aunque el equipo de Gobierno se resiste a abrir definitivamente la calle de Galileo, sí deja abierta la posibilidad de hacerlo próximamente. Queda la duda de si el proyecto se aplicará al resto de vías planeadas.

Agentes de la Policía Municipal y de Movilidad permancerán fijos en el acceso de la calle hasta septiembre

La nueva disposición, además, atañe a la calle de Fernando Garrido, que recupera el sentido de circulación anterior a la peatonalización, y puede volver a cogerse desde la calle de Vallehermoso. Además, se restituyen todas las plazas de aparcamiento que se eliminaron para favorecer las maniobras de los coches en los garajes.

Los colectivos vecinales, como la asociación El Organillo y Chamberí Se Defiende, siguen sin estar conformes y seguirán con las protestas para lograr la reversión total. Corral, quien les felicita por su movilización, sostiene que su grupo volverá a acompañarles. «La rectificación tiene que ser total», asevera el concejal popular.

Elementos ilegales

Como informó este periódico, el corte de Galileo era susceptible de quebrantar hasta seis ordenanzas , relativas al mobiliario urbano, la instalación de terrazas y las marcas viales. El Ayuntamiento, a través de una petición de información del PP, reconoce que el tótem informativo y la mesa ubicados «no están homologadas» , así como las marcas amarillas de la zona peatonal. Respecto a la disposición de las terrazas, justifica su posición porque el ámbito «se trata como una plaza». El grupo popular insiste en que los elementos ilegales «deben retirarse ya».

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