Bandas latinas: los locutorios, en el punto de mira del tráfico de armas de fuego

La Policía no considera alarmante el suministro de pistolas y fusiles y apunta a la utilización de estas escopetas manipuladas como foco central del incremento del uso de armas de fuego en las reyertas

Un DDP, registrado en el piso okupa de la banda, en Abrantes MAYA BALANYÀ
Aitor Santos Moya

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La Operación Locutorio, abordada el pasado jueves por la Policía Nacional para inspeccionar locutorios, locales de ocio, parques y otros puntos de reunión de miembros de bandas latinas en varios distritos de la capital, no fue denominada así por casualidad . Expertos policiales señalan a este diario que estos establecimientos de llamadas internacionales son el mayor punto de conexión entre los grupos asentados en España y los que actúan al otro lado del Atlántico. «Se están investigando este tipo de locales porque se tiene constancia del la existencia de un tráfico de dinero, información, y en menor medida de armas cortas, como pueden ser pistolas», advierten nuestros informantes, conscientes de que la verdadera aspiración de organizaciones como los Dominican Don’t Play (DDP) y Trinitarios -las más activas en la capital- es convertirse en «sucursales» de las peligrosas maras que operan en distintos países del continente americano.

El incremento de las armas de fuego en las reyertas protagonizadas por bandas latinas es la principal preocupación de los investigadores, que distinguen entre dos tipos : por un lado, las escopetas de caza, de «fácil adquisición», que después los pandilleros manipulan para infligir el mayor posible; y, por otro, las armas cortas (pistolas) y de guerra (fusiles), cuya presencia en las calles no se ha detectado en gran cantidad. «Las escopetas de caza se pueden robar o incluso comprar con la licencia de algún cazador», subrayan las mismas fuentes.

Armas incautadas en Vallecas

Pese al último enfrentamiento entre los DDP y Trinitarios en Puente de Vallecas, en el que varios de los participantes portaban armas de fuego que no dudaron en detonar, la Policía no considera alarmante el suministro de pistolas y fusiles y apunta a la utilización de estas escopetas manipuladas como el foco central de esta peligrosa situación.

La cadena de ataques sucedidos el pasado fin de semana en Lavapiés, Usera y el citado de Puente de Vallecas viene a confirmar la realidad de una problemática latente , con puntuales estallidos de violencia. En ese sentido, los agentes señalan que el verano ha sido especialmente tranquilo: «En cambio, en tres días hemos tenido tres trifulcas y 20 detenidos».

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