La Banda Municipal pide a Carmena orden y concierto

No todo en la vida se soluciona con dinero. Si no, que se lo pregunten al Área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, que, pese a incrementar el presupuesto de gastos corrientes para la Banda Sinfónica de Madrid en más de un 30% –según detallan fuentes municipales a ABC–, observa cómo no termina de acertar con la que está considerada una de las mejores agrupaciones musicales de este tipo de todo el mundo. Le falta plantilla, su local está lleno de deficiencias y falta planificación. Exigen al Consistorio la gestión directa del servicio.

Después de que Manuela Carmena destituyera a Celia Mayer en Cultura y asumiera temporalmente sus competencias, la alcaldesa debe enfrentarse a diversos frentes abiertos con la banda municipal, que no está muy satisfecha con las decisiones tomadas en el pasado por Mayer y su equipo directivo, ni tampoco por su gestora actual:la empresa pública Madrid Destino, a la que se le otorgó el mandato de la agrupación, vía encominenda.

Con este movimiento, el Área de Cultura se desligó del día a día de una entidad que tiene 108 años de historia y que reclama mayor atención desde el Consistorio.

Allí, en Cibeles, ha habido cambios en las últimas semanas, precipitados por la caída de Mayer. Este es el caso de la incorporación de Carmen Rojas, directora general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento en la etapa de Gallardón, como coordinadora general de Cultura y Deportes. Es decir, la mano derecha de Carmena, que es la actual responsable del área.

Por lo reciente del nombramiento, que se anunció la semana pasada, aún no se ha celebrado una reunión entre los músicos y la nueva coordinadora, que representa un soplo de aire fresco a ojos de los intérpretes. Ven en ella a la persona con la que su situación, duramente denunciada semanas atrás, puede cambiar, especialmente de cara al ejercicio 2018.

«Toda la gestión de la banda: la publicidad, la programación del calendario, el contacto con otros artistas invitados... Todo lo tiene Madrid Destino», resuelve Carlos Delgado, responsable del sindicato CC.OO. en el Consistorio, quien lamenta que poco a poco y desde hace varios años, los diferentes gobiernos le hayan restado protagonismo a los gestores de la propia banda frente a los de Madrid Destino. «Hay empleados que se encargan de la gestión y a los que pronto se les dejará sin atribuciones», pronostica el sindicalista, quien sugiere que la administración del conjunto artístico debería regresar, en primer término, «al Ayuntamiento».

Según su criterio, con esta medida se evitarían muchos de los problemas que actualmente afectan a la banda, situaciones que desagradan a sus músicos y las dificultades que enumera la concejal del PSOE en el Ayuntamiento, Mar Espinar. «No se pueden planificar, ya que no saben con suficiente antelación los conciertos que van a tener». Por ejemplo, los músicos conocieron con apenas cinco meses de antelación que iban a actuar en Los Veranos de la Villa.

Curiosamente, aquel 17 de marzo acudieron varios intérpretes, carteles en mano, a protestar a la comisión de Cultura del Ayuntamiento, donde Getsemaní de San Marcos, directora de Programas y Actividades Culturales de Cibeles, puso fin al culebrón.«Desde el 8 de marzo, el director de la Banda, Rafael Sanz-Espert, tiene un correo electrónico en el que se le confirmó que la formación iba a tocar en Los Veranos de la Villa», expuso De San Marcos en una frase que escucharon in situ unos diez músicos, quienes volvieron a poner de manifiesto esa situación de inestabilidad que denunciaba Mar Espinar.

Plantilla interina

«Recuperar la plantilla histórica de la banda: 91 miembros», se podía leer en aquella protesta en una de las pancartas de los músicos en relación a los integrantes que debería tener la formación. La realidad, como criticaron, es muy distinta a la ideal, como critica Delgado: «La Banda tiene 71 músicos, de los que 48 son funcionarios y el resto, interinos». El Consistorio ha confirmado a ABC que este año se convocarán 12 plazas: cuatro clarinetes, un fagot, dos violonchelos, otros dos trombones, una trompeta, una plaza en percusión y otra para un especialista del oboe, que estarían enfocadas, la inmensa mayoría, a consolidar plazas interinas. Pese a esta futura inyección de músicos, a la banda le seguirían faltando 20 instrumentistas, según los cálculos que allí manejan, para conseguir el 100% de las plazas cubiertas.

Más allá de los problemas con el personal, a éste también le gustaría sentir un poco más el cariño de los dirigentes municipales. No agrada la encomienda de gestión que recibió Madrid Destino de manos municipales y proponen volver a la gestión directa de la organización.

Según ha podido saber ABC, la expectación actual está precedida por varios años de malestar entre los músicos por el trato recibido. En una disciplina con tantos matices como la música clásica, no es comprensible cómo la

gestión de la banda que, paradójicamente, atraviesa uno de sus mejores momentos artísticos, no hubiera recaído en las manos de un especialista en la materia.

«Madrid tiene la mejor banda sinfónica de Europa, pero como pasa con la Cultura en esta ciudad, no se pone en valor el patrimonio», lamenta Sofía Miranda, edil de Ciudadanos, quien coincide con los músicos al solicitar a Carmena «más medios humanos, flexibilidad y autonomía» para la formación, donde esperan, al menos según Delgado, que el fin de Celia Mayer al frente de Cultura sirva para cambiar de tercio en la relación Banda-Ayuntamiento. «El cambio es una oportunidad», repite el sindicalista, quien le tiende el guante a Carmena para que vuelva la armonía a la Banda.