Xurxo Rodríguez Olveira, durante un juicio en la Audiencia Nacional
Xurxo Rodríguez Olveira, durante un juicio en la Audiencia Nacional - EFE

Un disidente de Resistencia Galega: «Mis excompañeros son unos tarados»

Xurxo Rodríguez, ya fuera de la banda, no terminará de cumplir condena hasta 2021

Santiago Actualizado: Guardar
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Xurxo Rodríguez Olveira tiene 24 años y dos condenas de cárcel por pertenencia a banda armada que suman 9 años de cárcel. Sus escarceos con Resistencia Galega empezaron cuando todavía era menor de edad y se intensificaron gradualmente hasta que — ya desde el núcleo duro— acabó vigilando una sede del PP para atentar contra ella. La primera vez que se enfrentó a la Justicia, Olveira fue condenado a seis años por trasladar en su maletero una ollabomba lista para estallar. Durante el juicio, señaló al compañero con el que había previsto atentar, aportando incluso detalles del operativo, y mostró su arrepentimiento por haber formado parte de la banda, decisión que el juez valoró. Esta condena se unió a otra de tres años de prisión por su participación en la explosión de una antena de telefonía en el Monte Sampaio de Vigo en 2012.

Ingresado en el penal pontevedrés de A Lama, Olveira trata de olvidar su paso por la banda terrorista cursando estudios de Bachillerato y realizando un curso de panadería. Así lo contempla un auto judicial a través del que se le concede al preso la aplicación de un artículo del Reglamento Penitenciario que le permitirá «combinar aspectos de distintos grados de internamiento» para estudiar y formarse.

Este escrito incluye, además, un sincero testimonio del exterrorista en el que describe a sus excompañeros de Resistencia Galega como «unos tarados». Olveira detalla así que renunció a la lucha armada «no por oportunismo, sino por la firme convicción de que la violencia no sirve para nada y gran parte de los que la practican en el entorno en el que me movía son unos tarados». Al igual que ya hiciera en sede judicial, el joven expresa «de forma consecuente y voluntaria» su rechazo al uso de la violencia y asume su responsabilidad «pidiendo perdón a todas las personas a las que mis acciones afectaron, así como al conjunto de la sociedad gallega».

Olveira acabará de cumplir condena en 2021. Su intención era acceder al tercer grado, una medida a la que la Fiscalía no se opuso. Sin embargo, el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, considera prematura la medida porque el preso no ha llegado a la mitad de su condena.

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