Media docena de alcaldes mueren por coronavirus en Francia tras las elecciones municipales

Al menos media docena de alcaldes, todos de edad avanzada, han fallecido por coronavirus en Francia y se cree que contrajeron la enfermedad en la jornada electoral del 15 de marzo o durante la campaña. La polémica estaba cantada desde que el presidente Macron decidió mantener la primera vuelta de las elecciones municipales pese a que se decretó el cierre de los colegios, comercios y bares. Pero el mandatario galo aseguró que contaba con la recomendación de su comité de expertos y que las medidas de prevención en los colegios electorales –se mantuvo distancia de al menos un metro y medio, se repartieron guantes, había geles desinfectantes- garantizaban la salud de todos.

Macron aseveró que en tiempos de tribulaciones debía prevalecer la continuidad de la «vida democrática», aunque menos de la mitad del censo de electores acudieron a las urnas y se suspendió la segunda vuelta , prevista para el domingo siguiente. Pocos días después, y en pleno estallido de la pandemia en su territorio, el presidente francés pidió perdón por sus errores en un discurso televisado a la nación.

El lendakari, Iñigo Urkullu, se mostró reacio a suspender los comicios vascos del 5 de abril. Sin embargo, el lunes 16 de marzo, tras decretarse el estado de alarma, Feijóo y Urkullu anunciaron que aplazarían la cita porque no se daban las condiciones. El domingo 15, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que «es poco razonable» llamar a las urnas a la población sometida a una orden de confinamiento, con movimientos restingidos y en muchos casos, obligación de guardar cuarentena por enfermedad.

Ahora el lendakari desea convocar las autonómicas vascas en julio, considerando que en verano amainará la crisis sanitaria por el coronavirus y convencido, como apuntan los científicos, de que en otoño habrá un rebrote con la bajada de las temperaturas. Sin embargo, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, no se plantea convocar los comicios de momento.

El Gobierno enfrió ayer las previsiones de Urkullu. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, comentó que «ojalá» pudieran celebrarse porque sería sinónimo de normalidad, pero aseguró que no se harán mientras la pandemia no esté controlada.

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