Jens Weidmann, presidente del Bundesbank
Jens Weidmann, presidente del Bundesbank - AFP

El BCE podría revisar al alza las previsiones de inflación para este año, según Weidmann

El presidente del Bundesbank, y miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, se muestra partidario de abrir el debate sobre cuándo debería empezar a normalizarse la política monetaria de la Eurozona

Liubliana Actualizado: Guardar
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El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha apuntado este miércoles la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) revise en medio punto porcentual al alza sus previsiones de inflación de la zona euro en 2017, medio punto porcentual hasta el 1,8%.

El BCE, que debe actualizar sus proyecciones económicas en la reunión de política monetaria que celebrará el próximo 9 de marzo, ha estimado hasta ahora que los precios repuntarán un 1,3% este año, aunque excluyendo el impacto de la energía y los alimentos contempla una subida del 1,1%.

En un discurso pronunciado en la capital de Eslovenia, Liubliana, Weidmann ha precisado que tanto en Alemania como en la eurozona «se espera» una revisión de las proyecciones de inflación de 0,5 puntos al alza y ha indicado que es «probable» que se observe un menor repunte de los precios de cara a finales de 2017.

No obstante, el banquero alemán, quien forma parte del Consejo de Gobierno del BCE, ha recordado que la inflación subyacente --que excluye el impacto de los precios de elementos volátiles como la energía y los alimentos-- se sitúa en torno al 1%.

El futuro de la política monetaria

De este modo, Weidmann ha respaldado la política monetaria acomodaticia aplicada por el BCE, aunque se ha mostrado partidario de abrir un debate sobre cuándo debería empezar a normalizarse. «Una política monetaria acomodaticia sigue siendo apropiada, aunque las opiniones difieren sobre el grado de acomodación y el momento en el que las perspectivas de inflación sean lo suficientemente firmes para justificar un cambio en el mensaje», ha afirmado.

Además, en línea con sus últimas declaraciones, ha reiterado su postura crítica con el programa de compra de bonos soberanos a gran escala emprendido por el BCE y ha incidido en que la línea que separa la política monetaria de la política fiscal es cada vez más «borrosa».

Weidmann ha añadido que «la política monetaria tiene que evitar la percepción de los mercados de que el banco central solo está dispuesto a contrarrestar las presiones a la baja de los mercados financieros con una postura acomodaticia, pero se abstiene de endurecerla cuándo existan riesgos que amenacen a la estabilidad de los precios por temor a desencadenar perturbaciones en los mercados».

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