Juan José Padilla, a los cirujanos taurinos: «Gracias por salvarnos literalmente la vida»

Hace tres años me dirigía a vosotros desde este mismo atril, para agradeceros la concesión de este prestigioso premio Taurino de ABC , que compartí con mi compañero Andrés Roca Rey.

Tras el parón por la pandemia, tres años después, paradojas de la vida, me habéis dado la oportunidad de poder entregar el mismo premio que yo recibí, a los cirujanos taurinos representados por estas dos eminencias, que son los doctores D. Máximo García Padrós y D. Carlos Val-Carreres.

Como todos comprenderéis, la entrega de este merecidísimo premio supone para mí un enorme privilegio, pues a lo largo de mi carrera profesional, estos dos médicos y otros compañeros como ellos me han salvado literalmente la vida en varias ocasiones.

Todavía recuerdo las palabras que le dije al Dr. Val-Carreres cuando asfixiándome la vida se me escapaba en aquella enfermería de Zaragoza: «D. Carlos, por Dios, hágalo por mi mujer y mis hijos, sálveme».

Fueron las últimas palabras que creí haber pronunciado, y a las 24 horas de aquel trágico trance, me despertaba en la UCI, dando ánimos a mis familiares y dando las gracias a esos Ángeles de la Guarda, que realizaron la proeza de devolverme la vida.

D. Máximo…… D. Carlos, solo deciros que el premio que voy a tener el inmenso honor de entregaros, aunque sea de ABC, lleva implícito también el agradecimiento infinito de muchos toreros de oro y de plata a los que habéis salvado la vida, con el milagro de vuestros conocimientos, de vuestras manos, de vuestra dedicación y de vuestra maestría.