Isabel Díaz Ayuso: «Madrid es la capital mundial del toro»

Reproducimos el discurso íntegro que la presidenta madrileña ha pronunciado en la gala de entrega del Premio Taurino ABC

«ABC seguirá defendiendo la tauromaquia y la cultura española»

La Segunda Movida Madrileña, por Andrés Calamaro

Isabel Díaz Ayuso, en el premio Taurino ABC Isabel Permuy

Isabel Díaz Ayuso

Cada toro que sale a la plaza es una metáfora de la vida entera: uno se lo juega todo a una carta y el mundo son los espectadores, el respetable. Cada toro es distinto; hay que imaginarse cómo lidiarlo; y no debería haber toro malo para el buen torero. Así lo han entendido siempre intelectuales y artistas de todo signo.

Se suele olvidar que los toros no vienen solo de la época goyesca, de finales del XVIII y del XIX: los espectáculos taurinos tienen siglos de Historia en Madrid, en España y en Hispanoamérica.

Son parte esencial de nuestro Siglo de Oro, están ligados a la imagen de las Plazas Mayores, símbolo de Hispanidad y de convivencia: allí se reunían en la diversión, la tradición, la amistad, la rivalidad y los amores, lo mismo reyes y nobles que el pueblo. En una plaza todo el mundo se hace escuchar, y ante el toro no valen más títulos que los del valor y la destreza.

Si a esto le unimos los orígenes greco-latinos del arte taurino, si pensamos que incluso las paredes de las cuevas de Altamira dan testimonio de la relación del hombre con el toro, se entenderá por qué en la Edad de Plata la fascinación por los toros alcanzó nueva altura intelectual y artística: Picasso, Federico, Ortega, Zuloaga, o el propio Cossío .

Por todas esas razones, Madrid es la capital mundial del toro, en disputa fraterna con alguna de las plazas más importantes de Hispanoamérica.

Y por eso el ABC, donde la lengua y la cultura española e hispanoamericana tienen su casa, es también un pilar que sustenta nuestra fiesta nacional.

Desde 'Dulzuras' hasta Vicente Zabala, Gregorio Corrochano o Díaz-Cañabate, todos ellos plumas agudas, han sido mucho más que notarios de lo que ocurre en el ruedo. Sus crónicas taurinas narraban la evolución histórica, política, literaria y social de España.

En esta casa, el arte del toreo está ligado al arte de la buena crónica. Uno con muleta y estoque, y otro desde las páginas de la prensa. Torero y periodista han estado unidos en la búsqueda de la verdad.

Por eso, esta edición del premio Taurino ABC está cargada de Historia. Consagra el arte en el ruedo de Morante de la Puebla, y el buen hacer de décadas curando cornadas y salvando vidas de los cirujanos taurinos. Proezas, en ambos casos, que hoy ABC ha querido reconocer.

Empiezo por José Antonio Morante Camacho, Morante de la Puebla, figura entre figuras, arte e inspiración. Este San Isidro nos regaló una «faena digna de un rey», como tituló precisamente ABC, aunque ya nos tenga mal acostumbrados a su toreo con mayúsculas, de raíces clásicas, casi místico.

El torero de la expectación en la taquilla es también el mejor embajador de la Fiesta , y la defiende desde todas las tribunas y, sobre todo, con sus faenas irrepetibles y su poesía. Enhorabuena, maestro.

El premio a los cirujanos rinde el mejor homenaje posible a la fiesta del toro. Cuentan quienes conocen de cerca las enfermerías de las grandes plazas y los quirófanos móviles de las plazas de toda España que no hay torero que no pregunte desde la camilla cuándo volverá a torear.

La afición le debe mucho a la vocación de estos médicos, vidas dedicadas a sanar las 'heridas de guerra' con las que se salda el cuerpo a cuerpo entre el hombre y el toro.

En esta disciplina no hay tiempo para análisis preoperatorios, sólo incertidumbre e inmediatez, clave para determinar la trayectoria de un pitón y para salvar vidas.

Estos cirujanos velan por la salud de los artistas, de plaza en plaza, sufriendo con sus heridas y admirando la fuerza de los toreros. Y es que no hay paciente con más ganas de curarse, fortaleza de espíritu para sobreponerse al dolor y la adversidad que ellos, capaces de reaparecer al mes del percance. Una y otra vez. Con entrega y excelencia. Cornada tras cornada.

Muchos conocerán la anécdota de Miguel Abellán , hoy al frente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, de cuando le atravesó el muslo un pitón en el primer toro, y pidió que no le pusieran anestesia para poder salir a torear el segundo toro con el torniquete.

Máximo García Padrós y Carlos Val-Carreres aman la Medicina y el toreo a partes iguales, y hoy recogen el premio a la entrega de décadas desde Madrid y Zaragoza respectivamente.

En la Comunidad de Madrid, recién concluido San Isidro, podemos celebrar que la Fiesta está de enhorabuena. Teníamos muchas ganas de toros. Y no sólo los aficionados, que hemos disfrutado de las Ventas durante 29 corridas de emoción y arte, con 27 orejas y cinco puertas grandes.

También ha sido una gran feria por su impacto económico en sectores como la hostelería, el turismo, el sector comercial de la zona o la red de transportes. Se calcula que los más de 500.000 espectadores que han acudido a la Monumental de Las Ventas durante estos festejos, incluidos los 11 días con el cartel de «no hay entradas» colgado, han traído unos 70 millones de euros a la región. Se demuestra una vez más que el mundo del toro genera riqueza, empleo y notables beneficios a la economía madrileña.

Éste no ha sido un San Isidro más. Ha sido nuestra oportunidad para reivindicar la tauromaquia. Una vez más, Las Ventas ha asombrado al mundo con unos carteles que han reunido a las grandes figuras, novilleros, rejoneadores y ganaderos, durante unas fiestas que la Comunidad de Madrid ya protege como Bien de Interés Cultural.

Con gran alegría hemos vuelto a ver en la plaza a su majestad el Rey Felipe VI y hemos recuperado la tradicional corrida de la prensa.

El espectáculo y la pasión, en definitiva, han vuelto con fuerza esta temporada en Madrid, donde el Gobierno regional apoya la tauromaquia con iniciativas pioneras.

Por ejemplo, hemos puesto en marcha con gran éxito el Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid y la Copa Chenel, un certamen para matadores de toros, además de repetirse el trofeo para recortadores Esteban Ferre, que fue un auténtico éxito en 2021, y que es también una gran oportunidad para el sector ganadero.

Recordemos que sin la fiesta no existiría el toro bravo. Y la Comunidad de Madrid, con sus 70 explotaciones ganaderas de toro de lidia , es la que más densidad de reses bravas tiene por kilómetro cuadrado. Por eso, los impulsamos con medidas como la última línea de ayudas directas a los ganaderos de reses bravas, por valor de 3 millones de euros.

Queremos también acercar la Fiesta a todos los rincones de la región, potenciando de paso el turismo cultural y rural en los diferentes municipios que acogerán las corridas y concursos.

Una auténtica feria itinerante traerá vida y alegría a los municipios. Desde San Martín de Valdeiglesias, donde tendrá lugar el 10 de julio la final de novilladas, hasta Valdetorres del Jarama, que acogerá seis días después la de la Copa Chenel.

A ellas se sumarán Cadalso de los Vidrios, Miraflores de la Sierra, Alalpardo, Anchuelo, Estremera, Las Rozas de Puerto Real, El Álamo, San Agustín de Guadalix, Villarejo de Salvanés, Valdilecha o Valdetorres.

Y por supuesto, seguimos apostando por el futuro de la fiesta. En la Venta del Batán, que durante décadas fue fuente de inspiración para familias que vivían el campo en pleno centro de Madrid, se forma desde diciembre la nueva cantera de toreros, que ya reciben allí sus clases prácticas. Muy pronto tendremos también los toros en los famosos corrales en las mangas del Batán.

El presupuesto, desde luego, deja claro nuestro compromiso. Este año hemos previsto una dotación de 1'4 millones de euros para financiar la Fiesta, lo que supone un incremento de medio millón de euros respecto al año pasado.

Casi hemos olvidado nuestra tradición de navegantes, de aventureros, descubridores (y ojalá que vuelva de algún modo); pero esta de los toros, y todo lo que conlleva, afortunadamente sigue viva, aunque no se lo hayan puesto fácil en los últimos tiempos.

Porque el arte que simbolizan los toros es, paradójicamente, el arte de vivir. Madrid, como lo definía Andrés Calamaro en su Tercera de ABC el pasado domingo, su «segunda movida madrileña». Y saber vivir plenamente es, ante los ojos del mundo, sinónimo de Madrid y de España.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación