José Tomás, en la Plaza de Aguascalientes el 24 de abril de 2010, poco antes de su terrible cogida
José Tomás, en la Plaza de Aguascalientes el 24 de abril de 2010, poco antes de su terrible cogida - efe
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José Tomás regresa a Aguascalientes, el lugar que regó con su sangre

Precios astronómicos por una entrada para ver hoy el regreso del torero de Galapagar

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El morbo de volver a ver a José Tomás en el ruedo donde casi ofrenda su vida hace cinco años ha ocasionado una inusitada expectación. Después de haberse hecho de rogar un lustro para regresar ante la gente que le dio su sangre aquella dramática noche de abril del 2010, el diestro español vuelve a la Monumental, una plaza que volverá a llenarse –como sucedió hace una semana en la encerrona de Joselito Adame– para un acontecimiento, no sólo de la feria de San Marcos, sino del año taurino.

Tomás ha conseguido aquí lo que en otras plazas, convocar a aficionados de todo el mundo para verle partir plaza otra vez. La gente, que ha llegado a pagar estratosféricas cantidades de dinero por un boleto, no está pensando en el triunfo del madrileño, simplemente con verle partir plaza en esta fecha, la de su regreso a esta ciudad, se conforma.

Lógicamente, en el ruedo la exigecia será grande. Tomás no saldrá a un escenario sencillo, porque para la mayoría de los quince mil aficionados que estarán presentes conseguir su entrada no fue fácil, o muy caro, así que van a exigir.

Su tauromaquia, que el 24 de abril de 2010 vulneró «Navegante», de De Santiago, es una de las más sólidas y emotivas, por cómo se ejecuta, por quien la ejecuta... El diestro de Galapagar no debe estar ajeno a los problemas que se han suscitado en torno a su reaparición. Porque él lo sabe todo. Tiene informantes en todos lados, la mayoría oficiosos, que, con el afán de quedar bien con él, le van y le dicen lo que él quiere escuchar.

Sin televisión

La plaza será abierta cuatro horas antes del festejo, dos más antes que lo normal. Los restaurantes aledaños a la plaza están a su máxima capacidad en reservas; hay quienes incluso revenden habitaciones en los hoteles. Y los que no alcanzaron boleto, los que se quedarán afuera de la plaza, están olvidados.

Un buen detalle del torero hubiera sido permitir que se televisara localmente el festejo, pero a nadie se le ocurrió, o si a alguien lo pensó, él, fiel a su idiosincrasia, lo impidió. La historia de José Tomás en Aguascalientes terminará hoy, cuando vuelva a pisar, de luces, el ruedo de la Plaza Monumental, donde iniciará otra.

Y Tomás no estará solo en el ruedo. Tendrá un serio alternante, la primera figura mexicana, Eulalio López «Zotoluco», con quien sostendrá un mano a mano en el que, desde luego, el mexicano no dejará pasar la oportunidad de ganarle las palmas al hispano.

Falta poco, pues, para volver a ver ese rostro enjuto, serio, de un torero cuya honestidad dentro del ruedo le ha llevado a ser un histórico matador que, finalmente, el tiempo y sólo el tiempo lo pondrá en el lugar que realmente merece, y quizá no en el que su entorno le ha querido construir, porque al final José Tomás es de carne y hueso, no es omnipotente.

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