Cuestionarse para seguir

Crítica de danza de «Society (políticamente incorrectas)» de Danza Mobile

Compañía Danza Mobile J. M. Serrano

Marta Carrasco

Compañía Danza Mobile. Coreografía y dirección: Paqui Romero. Intépretes: Sara Barker, Angela G. Olivencia, Tere Rodríguez-Barbero, Paqui Romero y Reyes Vergara. Asesoría artística: Esmeralda Valderrama. Iluminación: Benito Jiménez. Sala la Fundición. Día: 19 de junio de 2018.

La Compañía Danza Mobile no tiene tiempo que perder, y prueba de ello es que al día siguiente de recibir el Premio Max por su labor social, ha estrenado en la sala la Fundición una nueva obra, «Society (Políticamente incorrectas)», que en esta ocasión ha dirigido y coreografiado Paqui Romero.

¿Cómo se presentan ante el mundo estas cinco mujeres? ¿Cómo viven, como aman, cómo las ven los demás, cómo se ven ellas?

El tema de esta obra tan en vigor en estos momentos, sobre todo a partir de ese «despertar» general que significó el 8M, y no sólo el de las mujeres, sino el necesario e imprescindible de los hombres, es el hilo conductor de esta pieza, que no sólo habla de mujeres, sino de mujeres diferentes.

De las cinco intérpretes, dos son bailarinas con síndrome de Down, y otra ciega (a la que hay que adivinar porque su seguridad en escena es impresionante). Por eso, esta obra no habla sólo de mujeres, que también, sino de mujeres en la diversidad, y ése es el principal mérito de la propuesta: una perfecta integración de esa diversidad.

Más cerca de la danza teatro que sólo de la danza, la obra cuestiona todo, y lo hace con símbolos como unas «barbies» que terminan destrozadas, la lista del número de mujeres que han sido asesinadas en nuestro país año por año, los mensajes de los anuncios publicitarios sobre el físico, el consumismo, el cómo te ven los otros, y cómo necesitas liberarte de esa construcción de género que hemos heredado en esta sociedad para ser, lógicamente, políticamente incorrectas.

Las cinco intérpretes bailan y ocupan el escenario en formación coral o de manera independiente. Hay momentos de humor y de drama, con una banda sonora casi anecdótica que apoya una coreografía que en este caso se acompaña constamente de textos.

Danza Mobile no descansa. Ahora con el Max en la vitrina deberá seguir apostando por la danza y la diversidad. Quizás algún día no será necesario.

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