Jornadas sobre la Generación del 27
Paloma Recasens y Nuria Espert celebran en Sevilla la irrepetible Generación del 27
Debatieron con Álvaro Ybarra y José Antonio Carrizosa sobre Ignacio Sánchez Mejías y Federico García Lorca
Paloma Recasens Sánchez-Mejías y Nuria Espert tienen algo en común: haberse asomado a la Generación del 27 que dio cuerpo a la Edad de Plata de la cultura española a través de quienes la vivieron de cerca. La primera, a través de los recuerdos de su madre, María Teresa , hija de Ignacio Sánchez-Mejías , que el mundo conoce gracias a la elegía que le dedicó Federico García Lorca , pero que es un personaje tan fascinante como poliédrico: poeta, torero, mecenas de las artes, presidente del Betis... «Alguien que de haber nacido en otra época, como dice Andrés Amorós , hubiera sido astronauta», en palabras de su nieta.
La famosa actriz, a la que Lorca ha acompañado desde que era niña gracias a unos versos de «El romance de la luna, luna» que le copió su padre, pudo conocer detalles de las vidas de aquellos escritores y especialmente del granadino por su amistad con Rafael Alberti , con el que recorrió España recitando poemas. «Lo más importante de la cultura española del siglo XX fueron aquellos hombres aplaudidos por el mundo», señaló Nuria Espert.
Ambas desgranaron sus recuerdos sobre aquellos artistas irrepetibles ayer en la Fundación Cajasol en la jornada «92 años de la Generación del 27. García Lorca, Sevilla y la Generación del 27», que coorganizaba junto a la Fundación Manuel Alcántara .
En el acto y ante un teatro de la Fundación Cajasol lleno, Nuria Espert mantuvo una conversación con el director de «Diario de Sevilla», José Antonio Carrizosa , mientras que Paloma Recasens Sánchez Mejías debatió con el director de ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra .
Todos fueron presentados por el presidente de esta fundación malagueña, Antonio Pedraza , mientras que el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz , quiso reivindicar a Sevilla como una de las ciudades más literarias del mundo.
Sobre la personalidad de Sánchez-Mejías, Álvaro Ybarra recordó su condición de «torero, dramaturgo, novelista, piloto de aeroplano...», junto a su condición de «mecenas» y organizador de fiestas que propiciaron encuentros como el de García Lorca con el cantaor Manuel Torre . «Le dejó absolutamente impresionado y de ahí salió “El romancero gitano” », añadió.
Por su parte, Paloma Recasens recordó detalles de su abuelo, capaz de ser amigo del general Sanjurjo y subvencionar el «Mundo obrero» . «Él hacía lo que pensaba que tenía que hacer», señaló su nieta antes de recordar su formación autodidacta que le llevó a sacarse el Bachillerato con 38 años, su amistad con Alberti, al que visitó de luces en una plaza pero que pasó tanto miedo que no se atrevió a salir del burladero; o cómo se escapó de casa vestido de monaguillo a la Alameda de Hércules a torear con Joselito «El Gallo» , el torero que más admiró, y con cuya hermana se terminaría casando.
Nuria Espert, que no dejó pasar la cita para mostrar su preocupación por la situación catalana , señaló en relación a Lorca que sin él «creo que hubiera sido una actriz más pequeña» y señaló que «Doña Rosita la Soltera» tiene «la escena más hermosa de la literatura universal».
Por su parte, José Antonio Carrizosa le recordó «Yerma» , donde la actriz tuvo uno de sus papeles más recordados en unos primeros años 70 en los que uno «se jugaba el tipo» por representar a Lorca.
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